Cada 6 de abril se celebra esta jornada con el fin de promocionar la actividad física que es un elemento esencial para la salud y el bienestar.
Desde el año 2002, la Organización Mundial de la Salud (OMS) insta a los Estados Miembros a la celebración anual del Día Mundial de la Actividad Física o Move for Health. En esta ocasión, se lleva a cabo bajo el lema internacional “Sedentarismo es enfermedad, actividad física es salud”. Esta acción tiene por objetivo transmitir el papel sustancial que posee el ejercicio en todas las etapas de la vida al repercutir en el largo plazo.
Se entiende por actividad física a cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que implica el consumo de energía y que tiene por finalidad mejorar la condición física. Para optimizar los resultados, es primordial aumentar el tiempo dedicado al ejercicio no programado: utilizar las escaleras en lugar del ascensor, dejar el auto a unas cuadras del destino final o bajarse del ómnibus unas paradas antes, además de limitar los tiempos frente a una pantalla de televisión, computadora o celular en el ámbito laboral y también en el tiempo libre, entre otros ejemplos de la dinámica diaria.
Para combatir el sedentarismo se recomienda la realización de al menos 150 minutos semanales de actividad física moderada o 75 minutos semanales de ejercicio intenso. Y en el caso de que se esté intentando bajar de peso, entonces el tiempo dedicado no podrá ser menor a 200 minutos por semana. Asimismo, existe el método de los 10.000 pasos diarios que se emplea mediante las Apps de los celulares. En este marco, cabe destacar que alrededor del 60% de la población mundial no ejecuta la actividad física necesaria para obtener beneficios.
¿Qué es el sedentarismo y cómo se trata?
Se lo observa como un problema para la salud recién a partir de la segunda mitad del siglo XX, momento en el cual la enorme disponibilidad de facilidades tecnológicas acarrea que el individuo promedio desarrolle una vida monótona, sin movimiento y con mínimos esfuerzos físicos. A este hecho se le suma la disponibilidad a bajos costos de alimentos de alto contenido graso y calórico. Esta asociación resulta en la presencia cada vez más frecuente de complicaciones tales como:
- obesidad,
- diabetes,
- hipertensión y
- afecciones cardiovasculares que comienzan a registrarse a edades más tempranas.
En los niños, consiste en una problemática aún más dramática porque implementan escasa práctica deportiva y ésta se suele limitar a la actividad que tiene lugar únicamente en horario de clases. Además, se añade el extenso tiempo que destinan frente a una pantalla como principal forma de esparcimiento:
- teléfono celular,
- computadora,
- televisión y
- videojuegos, entre otros elementos.