La práctica de ejercicio moderado y constante permitiría reducir el riesgo de desarrollar 13 tipos de cáncer, entre ellos el de mama, pulmón y colon, según un reciente estudio del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos (NCI, por sus siglas en inglés) y de la Sociedad Americana del Cáncer.
El ejercicio reduce la inflamación, el estrés oxidativo y mejora la función inmune y metabólica, mecanismos que inciden en la disminución del riesgo de desarrollar tumores, señalan los investigadores como hipótesis para explicar los efectos protectores del ejercicio. En el caso específico del cáncer de colon, baja el tiempo que el organismo necesita para que los residuos pasen por el tracto gastrointestinal.
La actividad elegida puede ser caminar, correr, nadar o andar en bicicleta, entre otras, a un ritmo que puede ir de pausado a intenso durante 150 minutos a la semana, explicaron los autores del trabajo publicado el los primeros días de mayo en la prestigiosa revista JAMA (The Journal of the American Medical Association).
«Se sabe que la práctica de actividad física en el tiempo libre baja los riesgos de enfermedades del corazón y el riesgo de muerte por todas las causas y nuestro estudio demuestra que también se asocia con un menor riesgo de muchos tipos de cáncer», sostiene Steven Moore, investigador del Instituto Nacional de Cáncer de EEUU y autor principal del trabajo.
«Por otra parte, nuestros resultados apoyan que estas asociaciones son ampliamente generalizables a diferentes poblaciones, incluidas las personas que tienen sobrepeso o son obesos, o los que tienen un historial de tabaquismo. Los profesionales de la salud deben promover el movimiento entre adultos inactivos como componente de un estilo de vida saludable y la prevención del cáncer”, añadió.
Estudios anteriores ya habían encontrado el vínculo entre la práctica de ejercicio y la reducción del riesgo de desarrollar cáncer de colon, de mama y de endometrio (el tipo más común de cáncer uterino). No obstante, los resultados no habían sido concluyentes para otros tipos de tumores debido al pequeño número de participantes en las investigaciones.
Para evaluar esa asociación en otros tipos de cáncer, los autores de la investigación trabajaron con datos provenientes de 1,44 millones de personas de entre 19 y 98 años de Estados Unidos y Europa. Los participantes fueron seguidos durante once años en promedio, período durante el cual se diagnosticaron 187.000 nuevos casos.
El estudio confirmó la asociación entre la actividad física y un menor riesgo de desarrollar tres tipos de cáncer sobre los que ya se contaba con evidencia científica (colon, mama y endometrio) y extendió esa relación al de hígado (-27%), estómago (-22%), riñón (-23%), al adenocarcinoma de esófago (-42%), y la leucemia mieloide (-20%). En mieloma y los cánceres de cabeza y cuello, recto y vejiga se vio un riesgo menor significativo, pero no tan fuerte. También se encontraron efectos protectores contra el cáncer de pulmón (-26%) tanto en fumadores como en ex fumadores, y aún se están estudiando las razones. Para el total de cánceres, la baja del riesgo resultado de ejercicio fue de 7%.
«Este estudio que vincula la actividad física a la prevención de 10 cánceres adicionales muestra su impacto puede ser aún más relevante, y que la actividad física tiene un profundo valor para la prevención del cáncer”, subrayó la investigadora de la Sociedad Americana del Cáncer, Alpa Patel.
Fuente: Revista Jama