Los trastornos del espectro autista (TEA) se caracterizan por una alteración en la forma de comunicarse con los demás, en el uso del lenguaje y en la interacción social. Además, estos niños presentan intereses muy restringidos y comportamientos repetitivos.
El síndrome de Asperger viene a ser un TEA de intensidad leve. Su inteligencia suele ser normal, sus síntomas menos intensos y con el apoyo necesario pueden lograr la autonomía en la adultez. Se calcula que lo sufren entre 3 y 7 de cada 1000 niños y es más habitual en los niños que en las niñas.
¿Qué causa el Asperger?
El Asperger no está causado por ningún tipo de alimentación ni de vacuna; ni tiene nada que ver con una educación inadecuada. Su base es biológica y hay un componente hereditario. Por ello es frecuente que existan más casos de TEA, de diferente intensidad, en una misma familia.
En el síndrome de Asperger hay diferencias en la estructura y la función de algunas regiones específicas del cerebro.
Síntomas de sospecha de Asperger
Los niños con síndrome de Asperger suelen presentar los siguientes signos y síntomas:
- Tienen pocas habilidades socialesy escasa relación con los niños de su edad, así como dificultades para tener amigos.
- Muestran dificultades para mantener el ritmo normal de una conversación: no establecen un buen contacto ocular, sus gestos y expresiones de la cara son poco apropiadas para la situación o no son conscientes de los sentimientos e intenciones de los otros.
- Suelen tener conversaciones y actividades restringidas a determinados temas.
- Usan un lenguaje perfecto, formal, incluso pedante (como “pequeños profesores”).
- Interpretan literalmente el lenguaje. Por eso no entienden las bromas, ironías, ni las metáforas.
- No toleran cambios en sus rutinas y estas alteraciones les generan mucha ansiedad.
- Son niños «torpes» en cuestiones motoras: tardan en andar, montar en bicicleta, correr.
La mayoría de los síntomas se presentan en la primera infancia, aunque pueden pasar desapercibidos hasta que las exigencias sociales son más intensas. Si su hijo/a presenta varios de los síntomas o comportamientos descritos, hable con su pediatra.
Como se realiza el diagnóstico de Asperger
Si existe sospecha de este síndrome, el pediatra lo derivará a un psiquiatra infanto-juvenil, que hará una evaluación más completa con entrevista a los padres y evaluación psicológica y de las habilidades comunicativas. De esta forma podrá conocer las áreas donde el grado de deficiencia del menor es más acusado.
Cuál es su tratamiento y seguimiento
El tratamiento del síndrome de Asperger debe ser llevado a cabo por un equipo multidisciplinar integrado por psiquiatras, psicólogos, neurólogos, trabajadores sociales, logopedas, educadores; y todo ello junto con la familia.
Este trastorno no tiene cura, pero con los apoyos adecuados se puede alcanzar una buena calidad de vida. En casa, es importante asegurar un ambiente estable y predecible (en el que se mantengan siempre las mismas rutinas). Usar fichas con imágenes puede facilitar a estos pequeños el aprendizaje de normas y actividades. Dividir las tareas en varias partes. Usar un lenguaje sencillo, claro y concreto. Fomentar su autonomía.
Asimismo, es recomendable enseñarles habilidades sociales y de comunicación, fomentar el refuerzo positivo, (el halago y el premio en lugar del castigo), explicar a los hermanos y familiares del menor como relacionarse con el niño, y a veces pueden requerir terapia psicológica para ayudarle a manejar sus emociones.
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