El estrés puede producir una intensa caída de cabello llamada efluvio telógeno. Esta caída suele ser llamativa, pero es recuperable una vez pasa el episodio estresante. Se desprende el folículo piloso, pero la ‘raíz folicular’ (de donde nace el pelo) volverá a producir otro folículo.
¿Algunos tipos de alopecia (caída del cabello) tienen como causa el estrés? Si bien el estrés no es la causa primaria de las alopecias, puede actúar como desencadenante. Por ejemplo, en la alopecia areata -alopecia de origen autoinmune-, los brotes suelen tener relación con episodios estresantes.
¿Otros trastornos psicológicos pueden precipitar la aparición de alopecia?
En general, cualquier estado de estrés psicológico (eventos vitales estresantes, problemas psicosociales en ámbito laboral, familiar o social) puede desencadenar un efluvio telógeno, pero no otros tipos de alopecia como la alopecia androgénica. En cambio, en el caso de la alopecia areata, los trastornos psicológicos pueden desencadenar brotes.
También el curso, pronóstico y la gravedad de la alopecia areata se asocia a rasgos de personalidad, trastornos psiquiátricos y mala calidad de sueño, pudiendo condicionar la calidad de vida de estos pacientes.
Tratamientos para la caída del cabello asociada al estrés
Según los expertos el tratamiento del efluvio telógeno es solucionar la causa que lo produzca. En pacientes sin causa identificable, puede tratarse con minoxidil tópico u oral y con otras terapias, como la melatonina o el plasma rico en plaquetas.
¿Qué hay de las canas?
Otra duda que se plantea la población general es si el estrés puede acelerar la aparición de canas en el cabello. ¿Es así? Es una pregunta que aún no es posible responder de forma definitiva, aunque recientemente se han publicado estudios que sí relacionan la aparición de canas con el hecho de haber estado sometidos a periodos de estrés.
Por lo tanto, resulta fundamental en el abordaje terapéutico de algunos pacientes con alopecia, en particular la alopecia areata, la colaboración conjunta entre el dermatólogo y el psicólogo/psiquiatra; especialmente en los casos en que el impacto emocional es mayor o que se trate de un paciente con un trastorno mental previo o como consecuencia de la enfermedad. En cuanto al tratamiento psicológico, el más eficaz es el cognitivo-conductual.
Cuidate Plus / Farmanuario.