Picor de nariz, estornudos, goteo nasal, ojos llorosos, ¿le resultan familiares estos síntomas?
Las alergias estacionales se deben a la exposición a sustancias suspendidas en el aire (como el polen) que aparecen en determinadas épocas del año.
Árboles, malezas y gramas durante la primavera, y de la ambrosía y otras hierbas hacia finales del verano y principios del otoño.
Las alergias son sin dudas muy incómodas pero también pueden desencadenar o empeorar el asma y causar otros problemas de salud, tales como sinusitis e infecciones del oído, particularmente en los niños. Por tal motivo es importante controlarlas.
¿Qué medicamento es recomendable?
Los antihistamínicos son fármacos que se recetan con frecuencia para tratar diferentes tipos de alergias. La función de este medicamento no es la de curar la enfermedad, sino controlar la aparición de síntomas para que las personas alérgicas puedan retomar su rutina sin verse afectadas por la exposición al alérgeno. Reducen u obstruyen las histaminas, que son causantes de los síntomas de la alergia.
Los corticoides nasales normalmente se rocían dentro de la nariz una o dos veces al día para tratar la inflamación y reducir los síntomas de la alergia.
Si se trata de una alergia estacional, el uso de antihistamínicos debe repetirse cada vez que aparezca la aparición del polen. En el caso de alergias permanentes, como la alergia a los ácaros o a los animales, el medicamento puede ser necesario durante todo el año para mantener a raya los síntomas o al menos reducir su impacto.