El 23 de abril es el día internacional del libro y queremos aprovechar esta instancia para fomentar y promover la importancia de la lectura entre padres e hijos.
Adentrar a nuestros hijos desde temprana edad en el hábito de la lectura es de vital importancia para su desarrollo intelectual y emocional, ya que es importante compartir ese momento con los niños. Transformar la instancia de leer en un interesante pasatiempo en lugar de una obligación . Pero cómo hacer que guste es el quid de la cuestión. Embarcarse en la lectura desde la infancia aporta una magnífica herencia cultural, científica y literaria.
El problema es que hoy en día la digitalización ha influido en muchas ocasiones de forma negativa. Es común ver a los niños entretenerse con tablets o smartphones desde una edad muy temprana, por lo que es importante ser nosotros los que colaboremos en despertarles esa curiosidad innata mediante la lectura de un libro. Por ejemplo, leyéndolo con ellos y para ellos.
La lectura ayuda a expandir la capacidad de atención de los niños/as y a mejorar su capacidad de pensar con claridad, además del evidente efecto que la lectura le da a su imaginación y creatividad.
En muchas ocasiones, tanto niños/as como adolescentes suelen asociar la lectura con el trabajo, generando fuertes deficiencias lectoras y en el dominio de la lengua. Está en nuestras manos la importante labor de enseñarles su vital importancia y de que conozcan sus ventajas.
A pesar de que antiguamente eran las escuelas las encargadas de fomentar la lectura en la etapa infantil, hoy en día este rol involucra a más agentes del entorno del niño ( padres, abuelos, tíos, hermanos, etc) para ver aún mejores resultados.
Consejos para fomentar la lectura en los niños
Es fundamental que el niño viva la lectura como algo natural, no como obligación. ¿Cómo? Predicando con el ejemplo: Los niños aprenden por imitación y ver a los adultos leyendo puede alimentar su curiosidad.
Otro método es incluir en sus regalos de navidad o cumpleaños al menos un libro.
Es importante también establecer un momento que sea dedicado a la lectura con ellos, basta con 10 minutos al día, pero que sirven de conexión entre padre e hijo.
Por último, hacerle preguntas si le gustó o no le gusto el cuento, qué personaje le atrae más, si se siente identificado, etc, da lugar a la comprensión de lo leído además de que les permite expresar emociones o verse reflejados en actitudes y sentimientos del personaje.