¿Qué es y cómo funciona?
En las últimas décadas hemos sido testigos de numerosos avances en el desarrollo de nuevos tratamientos contra diferentes tipos de cáncer. El diseño de anticuerpos específicos contra células cancerosas ha permitido reducir los efectos secundarios de las terapias más clásicas como la radioterapia y quimioterapia. ¿Cómo se consigue?
La quimioterapia y radioterapia pueden ser clasificadas dentro de terapias generalistas, ya que atacan las células de nuestro cuerpo sean malignas o no. Su efecto es indiscriminado y a veces, debido a las altas dosis que son necesarias para tener un efecto visible en disminuir el cáncer, pueden provocar muchas reacciones adversas.
Las ventajas de los nuevos fármacos basados en anticuerpos son amplias y variadas. Por un lado, al generar un compuesto específico que únicamente encuentre y elimine las células marcadas como cancerosas, nos permite que el resto de células permanezcan sanas. Al no atacar otras células, reducimos los daños colaterales.
Por otro lado, esta especificidad también nos permite adaptar la dosis necesaria para eliminar el cáncer. Si además optimizamos la vía de administración para que el fármaco no se pierda por el cuerpo, será mucho más efectivo usando menos cantidad.
El diseño de anticuerpos también nos permite ser muy flexibles para diseñar fármacos contra dianas concretas, es decir, contra los distintos tipos de cáncer. No sólo en relación a qué órgano está afectado, sino a las características de cada cáncer, como por ejemplo, la presencia o no de metástasis.
Un fármaco contra la metástasis
En el pasado mes de abril se publicó un estudio en la prestigiosa revista Nature Cancer fruto de una colaboración entre veinte entidades tales como hospitales, universidades y farmacéuticas. Entre ellos, se encuentran varios centros españoles que han liderado el proyecto junto a la empresa Merus, responsable del desarrollo del fármaco.
En este estudio, se presentan los primeros resultados de este anticuerpo (MCLA-158) utilizando unos modelos celulares muy innovadores. Estos modelos se llaman organoides, y son representaciones en miniatura de un órgano creado a partir de las células del propio paciente.
De esta forma, al recoger células cancerosas del colon de un paciente, han sido capaces de generar una representación microscópica del colon que presenta unas características similares a las que se crean en el mismo organismo. Usando este modelo, se pueden probar muchos fármacos distintos para dar con aquel que sea más eficaz para ese paciente y ese cáncer concreto.
Una de las características de este nuevo anticuerpo es que puede reconocer las células que presentan marcadores de metástasis. Durante el proceso de metástasis, que tiene lugar en algunos tipos de cáncer, las células cancerosas se escapan del tumor y viajan por el cuerpo hasta que se asientan en otra zona y comienzan a generar un nuevo tumor.
Este mecanismo es una de las versiones más agresivas de un cáncer, ya que puede invadir cualquier órgano una vez fuera del tumor sólido y dificultar los tratamientos como cirugías, que podrían eliminar el tumor por completo.
Este nuevo fármaco presenta dos detectores: uno para células cancerosas y otro para células cancerosas con capacidad de provocar metástasis. Por todos estos motivos, este nuevo tratamiento trae nuevas esperanzas al cáncer más invasivo. Los investigadores probaron su eficacia en modelos de cáncer colorrectal, de cabeza y cuello, esófago y estómago.
Los resultados de estos modelos fueron muy prometedores, y esto les permitió comenzar los ensayos en humanos en el 2021.
fuente: muyinteresante.com