Los gatos son muy meticulosos con su aseo, la mayoría pasan una gran parte del día lavándose y se mantienen limpios solos. Y lo normal es que el gato se bañe el solo lamiéndose. Igualmente muchas veces necesitan de ayuda adicional, en muchos casos porque tiene mucho pelo y se les enreda, o porque pueden tener alguna herida.
Tips
-Lo importante es que trates de hacerlo cuando está tranquilo y relajado. Asegurate de hacerle muchos mimos después de cada sesión: de esta manera empezará a percibir el cepillado como algo positivo.
-Si tenés un gato de pelo largo, utilizá un peine de cerdas bien separadas. Empieza suavemente por sus lugares favoritos (generalmente la zona de la cabeza y el cuello) y después continúa con el resto del cuerpo.
En el caso de que tenga el pelo muy enredado cortale esa parte con una tijera de punta redonda.
-Si tu gato tiene el pelo corto se recomienda utilizar un cepillo de goma. Lo venden en veterinarias o pet shops.
-Si necesitás bañar a tu gato, asegúrate de que cuentas con el champú adecuado (uno especial para gatos). Después cierra todas las puertas y ventanas para que la habitación que vayas a utilizar permanezca caliente.
-A muchos gatos les asusta la bañera así que una buena opción es la pileta del baño utilizando poca cantidad de agua.
-Peina o cepilla a tu gato antes del baño, de esta forma eliminarás la mayor parte del pelo muerto.
-Que no te sorprenda si empieza a lamerse después del baño: es la forma que tienen de volver a colocarse el pelo como les gusta. Los gatos son independientes, les gusta asearse solos.
No es aconsejable que bañes a tu gato de manera frecuente ya que el equilibrio natural de los aceites de la piel y el pelo podría verse afectado. Esto es de forma muy ocasional, un baño ocasional, es decir si se ha ensuciado mucho y le cuesta limpiarse bien por sí mismo.