Comer por motivos emocionales es una forma de suprimir o calmar esas emociones negativas, como estrés, ira, temor, aburrimiento, tristeza y soledad. Puede que consciente o inconscientemente recurras a la comida en busca de consuelo cuando te enfrentas a un problema difícil, cuando te sientes estresado o incluso cuando estás aburrido.
Esto puede sabotear tus esfuerzos para bajar de peso porque, a menudo, terminas comiendo demasiado, especialmente muchos alimentos ricos en calorías, azúcar y grasa.
Sean cuales sean las emociones que te lleven a comer en exceso, el resultado final suele ser el mismo. El efecto de la comida es temporal, las emociones regresan y probablemente sientas el peso adicional de la culpa por haber retrocedido en el camino hacia tu meta para el peso.
Volver a encarrilarte
Prueba estos consejos para ayudarte a evitar comer por motivos emocionales:
- Lleva un diario de comidas. Anota lo que comes, cuánto comes, cuándo comes, cómo te sientes cuando comes y cuánta hambre tienes. Con el tiempo, posiblemente encuentres patrones que muestran la conexión entre tu estado de ánimo y la comida.
- Domina el estrés. Si el estrés contribuye a que comas, prueba las técnicas para controlar el estrés, como el yoga, la meditación o la respiración profunda.
- Verifica si realmente tienes hambre. ¿Sientes hambre físicamente o es una reacción emocional? Si comiste hace solo unas horas y tu estómago no hace ruidos, probablemente no tengas hambre. Dale tiempo al antojo para que pase.
- Busca apoyo. Apóyate en tu familia y amigos o considera unirte a un grupo de apoyo.
- Lucha contra el aburrimiento. En lugar de comer bocadillos cuando no tienes hambre, distráete y opta por un comportamiento más saludable. Ve a dar un paseo, ve una película, juega con tu gato, escucha música, lee, navega por Internet o llama a un amigo.
- Elimina la tentación. No tengas en casas esos alimentos tan tentadores y difíciles de resistir. Cuando te sientas enojado o triste, pospón el viaje al supermercado hasta que tus emociones vuelvan a la normalidad.
- No te prives.Come alimentos saludables en cantidad suficiente, date un gusto ocasionalmente y varía mucho la comida para ayudar a frenar los antojos.
- Come bocadillos saludables. Si sientes la necesidad de comer entre comidas, elige un bocadillo saludable, como frutas frescas, vegetales con un aderezo bajo en grasa, nueces o palomitas de maíz sin aditivos. De igual manera, prueba la versión baja en calorías de tus alimentos favoritos para ver si satisfacen el antojo.
- Aprende de los errores. Si llegas a comer por motivos emocionales, perdónate y comienza de nuevo al día siguiente. Trata de aprender de la experiencia y haz un plan para evitarla en el futuro. Concéntrate en los cambios positivos que haces en tus hábitos alimentarios y felicítate porque gracias a ellos serás una persona más sana.
Cuándo buscar ayuda profesional
Si ya intentaste estas alternativas, pero no puedes controlar el comer por motivos emocionales, considera hacer terapia con un profesional de salud mental.
Clínica Mayo / Farmanuario.