Los síntomas son parecidos porque el principal órgano diana es el mismo: «la nariz». Sin embargo, cada enfermedad afecta de una forma distinta, unas veces de forma más sutil y otras veces más claramente a este y otros órganos.
Aquí te compartimos las diferencias más relevantes entre la alergia y el resfriado:
Congestión nasal y mucosidad
En los dos casos se produce congestión nasal y mocos pero, mientras que la mucosidad de la rinitis alérgica es líquida y muy clara, la del catarro es espesa y, conforme evoluciona la patología, va cambiando de color.
Estornudos
Los estornudos típicos de la alergia son concatenados o, como suele decirse, en salvas: muchos y uno detrás de otro. Un catarro también provoca estornudos, pero de forma más esporádica.
Fiebre
El resfriado puede dar fiebre, escalofríos, dolores musculares…, pero la alergia no.
Picor
El picor de nariz que tanto molesta a los alérgicos no es tan característico de los resfriados. Lo propio de estos últimos es la congestión y la mucosidad espesa que produce cambios en la voz y que puede disminuir un poco y de forma transitoria el olfato y el gusto.
Afectación ocular
La alergia produce picor de ojos -que, además, se enrojecen- y lagrimeo. En cambio, con un resfriado no pican los ojos.
Dolor de cabeza
A pesar de que tanto el catarro como la alergia pueden dar dolor de cabeza, se manifiesta de forma diferente. En el primer caso es un dolor que tiende a abarcar toda la cabeza, que además parece retumbar. En cambio, en la alergia se produce porque a veces se acumula mucho moco en los senos maxilares (una de las cavidades que conforman los senos paranasales en la cara). Al mover o agachar la cabeza se mueve el moco y presiona la frente y los maxilares. Y ahí es donde aparece el dolor.
Duración
Es muy excepcional que un catarro dure más de una semana o 10 días. Por el contrario, la alergia perdura mientras se prolonga la exposición a aquello a lo que se es alérgico, lo que suele suponer bastante más de una semana, incluso varios meses seguidos. Hay otro factor que puede ser clave para diferenciar ambos procesos: en la alergia respiratoria, los síntomas suelen mejorar en casa y empeorar en el exterior o, en el caso de la alergia a epitelios de animales, cuando se visita a un familiar que tiene un gato o un perro. Eso no ocurre nunca con el resfriado: sigue su curso de forma independiente al lugar en el que nos encontremos.
Estacionalidad
La primavera es la época típica de la alergia al polen y, al no ser una época de frío, son menos frecuentes los resfriados. Hay que tener en cuenta que el criterio de estacionalidad no se aplica a todos los tipos de alergia e, incluso, en el caso de la alergia al polen es relativo. Así, existen otros alérgenos que son transportados por el aire, como los ácaros y los epitelios de animales, que también están presentes el resto del año.
Afectación pulmonar
Entre un 20% y un 40% de los alérgicos tienen afectación pulmonar, es decir, asma. Se manifiesta en forma de ahogo, chillidos al respirar, tos y opresión en el pecho. Ante un resfriado, en la gran mayoría de los casos la afectación es exclusivamente nasal.
Cuidate Plus / Farmanuario.