Para los animales de compañía acostumbrados a una determinada rutina o forma de vida, tener que adaptarse a cambios grandes o repentinos puede ser extremadamente difícil. Para algunas mascotas, estos cambios pueden incluso provocar un estado depresivo.
La depresión en las mascotas suele estar asociada a un cambio o acontecimiento importante, y es importante detectarlo.
Lo más común asociado a la depresión en las mascotas es la muerte de un miembro de la familia, ya sea un humano u otra mascota.
Las mascotas que están deprimidas suelen actuar de forma distinta a la habitual.
Los síntomas más comunes de la depresión, según señala la veterinaria, son esconderse, actuar de forma reservada o poco sociable y tener poco apetito.
No es fácil de diagnosticar y antes hay que descartar todas las posibles causas médicas antes de asumir que se trata de algo conductual.
No se suele recomendar medicamentos sino mantener la actividad física y la compañía de la mascota y así los propietarios pueden ayudar a sus mascotas a recuperarse de un momento difícil lo antes posible