El 25,5% de los españoles afirma haber realizado una o más dietas para perder peso a lo largo de 2019, según los datos del II Estudio de Salud y Estilo de Vida realizado por Aegon sobre una muestra de más de mil adultos españoles.
Sin embargo, cerca de la mitad de la población está entrando y saliendo asiduamente de diferentes tipos de pautas dietéticas con resultados a corto plazo y volviendo de nuevo a los antiguos malos hábitos.
Según el estudio de Aegon, entre las más comunes se encuentran las que consisten en eliminar un producto de la dieta habitual (77,9%), reducir la cantidad de comida (67,9%), reducir el consumo de sal (64,8%) y, en menor medida, sustituir comidas por líquidos, batidos, barritas o dietas disociativas.
Sin un control, todas ellas pueden tener repercusiones para la salud que pueden llegar a ser importantes como desnutrición, pérdida de la efectividad metabólica, problemas hormonales, efectos rebote, pérdida de masa muscular, irritabilidad, falta de vitalidad, debilitamiento de los tejidos y trastornos gastrointestinales.
Por lo que es fundamental el asesoramiento de expertos y el control y seguimiento de especialistas que, además de evitar problemas de salud garantizarán que el paciente no pase hambre durante el proceso.
Y es que, pasar hambre es una de las principales razones para abandonar la dieta y esto ocurre porque no existe una buena planificación.
Las claves
Para luchar contra ello, se puede plantear como una adicción. El azúcar es tan adictivo como la cocaína y por lo tanto al retirar ciertos alimentos se produce una reducción temporal de los niveles de dopamina y serotonina, dos neurotransmisores involucrados en el control de la ansiedad y la sensación de felicidad.
Se debe entonces sustituir los dulces o salados por alternativas sin azúcares añadidos o mucho menos calóricas, que poco a poco se deberán ir retirando.
El consejo es no prohibir en ningún caso el consumo de ciertos alimentos menos sanos. No hay que eliminarlos por completo, porque en el momento que prohíbes un alimento más te apetece. Es importante tener en cuenta esto para evitar la ansiedad que produce no poder consumir lo prohibido.
Otro consejo sería realizar entre cinco o seis comidas a lo largo del día, es decir pasar de una gran comida y una gran cena a comidas menos copiosas y más distribuidas a lo largo del día.
Otra recomendación es elegir alimentos que ayuden a controlar esta sensación y a sentirse más saciado, entre ellos, nueces, avena, zanahorias, aguacates (paltas) y té verde.
Cuidate Plus / Farmanuario.