El miedo es una forma de estar estresado y por tal motivo el cuerpo se pone en alerta.
Taquicardia, sudoración, náuseas son algunos de los síntomas que manifestamos al sentir miedo.
“Si las personas no sintieran miedo, no podrían protegerse de amenazas legítimas. El miedo es una respuesta vital al peligro físico y emocional que ha sido fundamental a lo largo de la evolución humana”, describe la prestigiosa publicación estadounidense especializada en temas psicológicos Psychology Today.
El problema nace cuando este miedo se da de forma sostenida en el tiempo, entonces se genera una catarata de síntomas que si perduran pueden desencadenar en otra enfermedad o empeorar una.
El cortisol
¿Quién no se ha enfermado al irse de vacaciones luego de “ aflojar”?
El cuerpo está más propenso a enfermarse de una infección urinaria o una gastritis luego de haber vivido una situación de estrés o una preocupación grande.
El miedo tiene una alta incidencia en la elevación del cortisol y cuando el ritmo circadiano del cortisol está alterado comienza a desregular el sistema inmunológico
señala el doctor Joaquín Grehan, médico especializado en Medicina del Estrés y Calidad de Vida.
El cortisol es la hormona del estrés, y se segrega en momentos de alerta o amenaza. Es una hormona fundamental para el organismo, pero si se libera en exceso termina siendo perjudicial.
Antídotos contra el miedo
La oxitocina ( popularmente conocida como la hormona del amor) es la gran aliada.
¿Cómo aumentar sus niveles en el cuerpo? A través de sentimientos como la bondad, la solidaridad y fundamentalmente del contacto físico: un abrazo prolongado produce una explosión hormonal en la que se liberan oxitocina, serotonina y dopamina, un cóctel que produce plenitud y bienestar