InicioSalud para todos¿Estamos alimentando bien a nuestros hijos?

¿Estamos alimentando bien a nuestros hijos?

Los resultados del IV Observatorio Nestlé sobre Hábitos Nutricionales y Estilo de Vida de las Familias pusieron de manifiesto que el problema de la obesidad y el sobrepeso infantil viene determinado, en muchos casos,

por los malos hábitos y la falta de información y de concienciación de los padres.

Según este estudio, el 82 % de los padres considera que su hijo tiene un peso normal, aunque la realidad es que aproximadamente un 30 % de los niños españoles presenta sobrepeso u obesidad. Es una muestra de que no estamos alimentando bien a nuestros hijos, señala la nutricionista.

De hecho, si nos fijamos en los hábitos alimentarios de los más pequeños, sabemos que comen menos frutas y verduras de las que necesitan. Solo el 17 % de los padres está dando a los niños las tres piezas de fruta recomendada y solo el 54 % les da la cantidad de verduras u hortalizas recomendadas.

El estudio muestra, además, que en los platos de los más pequeños sobran hidratos de carbono y, sin embargo, faltan verduras y hortalizas; las proporciones de los principales grupos de alimentos están invertidas. Aunque los expertos recomiendan que un 50 % de las comidas principales sean verduras y hortalizas y un 25 % alimentos ricos en hidratos de carbono, la realidad es que pasa lo contrario; estamos dando casi un 60 % de alimentos ricos en carbohidratos y tan solo un 25 % de verduras u hortalizas.

Los errores más frecuentes a la hora de planificar los menús

Los padres cada vez tienen más fácil el acceso a los temas relacionados con la nutrición y con la alimentación de los hijos. La asignatura pendiente es acercar esas recomendaciones de los expertos a la realidad cotidiana y al contexto social de las familias.

Los niños requieren un mayor aporte de energía y alimentos más nutritivos que un adulto, porque realizan una actividad física intensa y están en una fase de crecimiento que, aunque es lento, es continuado. Por eso las raciones tienen que adaptarse a la edad del niño.

En el caso de las carnes y los pescados, es aconsejable tomar como referencia el tamaño de la palma de la mano del niño. Así, por ejemplo, un niño de 5 años debería de consumir un trozo de merluza equivalente a lo que ocupa la palma de su mano y de no más de un centímetro y medio de grosor.

Esta es una forma muy práctica de medir la cantidad de verdura, carne, fruta o tubérculos que debe de comer el pequeño en la comida o en la cena.

Otros hábitos saludables

Llevar un estilo de vida saludable va más allá de una alimentación equilibrada, hay otros hábitos básicos que los más pequeños deben adquirir.

Se deberían consumir unos dos litros de agua al día. En el caso de los niños y las personas mayores es prudente ofrecer agua a menudo, porque no suelen tener sensación de sed y podrían deshidratarse más fácilmente. Llevar una botellita encima es un buen truco.

Respecto a la actividad física, caminar es uno de los primeros ejercicios que realizan los niños y, en realidad, se puede practicar a cualquier edad. Podemos ir caminando en cualquier desplazamiento habitual, como ir al colegio, y en trayectos más largos otra opción es la patineta o la bicicleta. Lo más importante es que los niños se diviertan mientras hacen ejercicio.

A partir de los 12 años empieza una etapa de muchísimos cambios y puede descender el nivel de actividad física, pero si se han establecido buenos hábitos durante esta primera infancia, es más probable que sigan practicando deporte durante la adolescencia, incluso en la edad adulta.

EFE Salud / Farmanuario. 

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