Según el informe, realizado por la Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria (Fenapes), en 2014 se emitieron 66.460 certificaciones médicas y para el 2016 el número ascendió a 72.357.
El informe también destaca factores como las extensas jornadas, el desplazamiento entre varios centros de trabajo, la ausencia de horarios fijos para la comida de calidad, la falta de estabilidad laboral y el aumento excesivo de controles y de tareas.
La ministra de Educación, María Julia Muñoz, expresó su preocupación por el resultado de un informe del segundo semestre de 2016 en el que se señala un aumento de las bajas médicas de los docentes y que apunta al estrés como una de las principales causas.
«Las certificaciones por enfermedad de los profesores preocupa. Preocupa y nos ocupa el sistema de trabajo porque muchas veces la necesidad de desplazarse de un lugar a otro hace que el factor estrés sea una causa de enfermedad», manifestó Muñoz.
Por ello te compartimos 4 técnicas para combatirlo
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Hacer deporte
Si, como lo estás leyendo. Muchas personas creen que para eliminar el estrés tienen que dormir una semana seguida y eso no es así. En realidad, una de las mejores formas que tenemos a disposición para quitarnos el exceso de estrés es haciendo ejercicio.
Con el ejercicio te cansarás más, pero también liberarás endorfinas, la llamada “hormona de la felicidad”. Además, como vas a estar molido por la actividad física, por las noches dormirás plácidamente, dejando de lado el insomnio.
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Reír
Otra vez tenemos que nombrar a la hormona de los que están contentos. Al reír a carcajadas (no vale solo una sonrisa de compromiso), te sentirás mucho mejor y podrás disfrutar de muchos beneficios como un mejor ritmo cardíaco, mayor irrigación sanguínea, función pulmonar, etc.
Tu piel también empezará a lucir más luminosa, renovarás energías y te sentirás como nuevo.
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Comer de manera saludable
La alimentación tiene mucho que ver con cómo nos sentimos. Los alimentos con harina blanca, los edulcorantes artificiales, la comida rápida, los refrescos, los dulces y los fritos no ayudan para nada a mejorar la situación. Deberíamos evitar toda esta “comida” que hemos nombrado y, en lo posible, eliminarla de la dieta diaria.
Elige las frutas en lugar de los postres muy azucarados y los vegetales antes que las hamburguesas o las pizzas. Prefiere el agua antes que los refrescos, las infusiones de hierbas al café y los cereales integrales mejor que los refinados. A su vez, está comprobado que consumir semillas de quinoa, trigo y mijo nos ayuda a mantener estables los niveles de azúcar en sangre, algo que también puede desequilibrar el estrés.
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Desconectar
No podemos estar “enchufados” las 24 horas del día, ni tampoco sobreestimulados con todos los dispositivos que nos rodean. No hace falta irse a una isla desierta durante un año para desconectarse.
Puedes, por ejemplo, dejar el móvil en otra habitación mientras comes o duermes, no mirar televisión antes de dormir, evitar el uso de los videojuegos o del ordenador un rato antes de ir a la cama, no usar el Internet cuando estamos de vacaciones y dejar los problemas laborales en la oficina.
Fuente: Montevideo Portal / Mejora con salud.