Sí.La mayoría de los autobronceadores, en los Estados Unidos, utilizan un ingrediente aprobado por la FDA llamado dihidroxiacetona (DHA) que crea una reacción de oscurecimiento en las capas superiores de la piel. La reacción se limita a la epidermis (capa superior de tu piel) y no afectará a las capas más vulnerables bajo la superficie. En estos tiempos somos más conscientes del daño del sol en nuestra piel, por lo que buscar opciones seguras para un bronceado saludable es clave.
Existen varios tipos, spray, en crema. Aunque muchas fórmulas son una cuestión de preferencia, algunas también aportan más o menos color y afectan al proceso de aplicación. Una opción popular son las lociones bronceadoras, que suelen tardar unos minutos en reaccionar completamente con la piel. También hay cremas hidratantes con color, si sólo quieres un toque de color al momento, en lugar de un resultado de bronceado completo. Los sprays, mousses y geles bronceadores aportan un color intenso, pero hay que difuminarlos rápidamente para evitar rayas y huecos.
Los bronceadores sin sol reaccionan con las capas más externas de la piel, así que la mejor práctica es exfoliar tu piel antes de aplicar un bronceador sin sol. Esto permitirá una aplicación más uniforme y puede ayudar a prolongar el bronceado.