No solo los perros sufren el calor agobiante en verano, los golpes de calor en caballos pueden ser muy peligrosos y, a veces, mortales si no se tratan adecuadamente. Un golpe de calor ocurre cuando el cuerpo de un caballo no puede deshacerse del calor excesivo, lo que puede ser causado por una combinación de factores, como el clima caliente y húmedo, el esfuerzo físico intenso y la falta de acceso a sombra y agua fresca.
Los síntomas de un golpe de calor en un caballo incluyen sudoración excesiva, respiración rápida y superficial, aumento de la frecuencia cardíaca, debilidad, confusión, enrojecimiento de la piel y, en casos graves, convulsiones y pérdida del conocimiento. Si sospecha que su caballo está sufriendo un golpe de calor, es importante actuar rápidamente para ayudarlo a recuperarse.
Para tratar un golpe de calor en un caballo, lo primero que hay que hacer es: sacarlo de la zona caliente y proporcionarle acceso a sombra y agua fresca. También se puede enfriar el cuerpo del caballo rociándolo con agua o utilizando toallas húmedas. Asegúrese de que el caballo esté respirando de manera normal y vigílelo atentamente.