El suelo pélvico es un conjunto de músculos que se encuentran en la parte inferior de la cavidad abdominal. Su debilitamiento y desensibilización constituyen la causa principal de la incontinencia urinaria. El motivo más destacado es el aumento de la presión
sobre el suelo pélvico, especialmente durante un parto vaginal.
También pueden influir otros factores, como la debilidad de la musculatura por no practicar una actividad física moderada, aumentos de la presión abdominal que ocurren en la obesidad, la tos frecuente o los esfuerzos para defecar (estreñimiento).
La correcta micción es función de dos factores, la actividad del músculo detrusor de la vejiga y una relajación de los esfínteres voluntario e involuntario de la uretra que permitan la salida de la orina. El problema surge cuando la micción no se controla y se produce la pérdida involuntaria de orina. Lo contrario (dificultad para orinar) ya es un problema más importante y debe consultarse al médico.
Ejercicios de Pilates para el suelo pélvico
Para el problema de incontinencia, la mayor activación de los esfínteres (sobre todo, el voluntario, tanto de la uretra como de la vagina o el ano) ocurre en la fase de espiración (soltar el aire), y más todavía si le añadimos la sensación de contraer el suelo pélvico. Esto último es difícil hacerlo selectivamente, porque al principio lo normal es que activemos otros músculos que no son importantes.
Por ello, existen una serie de ejercicios con una metodología que incluye la respiración y la colocación de la pelvis en anteversión o retroversión, así como la modificación del apoyo de los pies (según cada caso) para conseguir la máxima sensibilización y actividad de los esfínteres del suelo pélvico.
Antes, durante el embarazo y después del parto
Se propone iniciar los ejercicios de Pilates desde el embarazo -o incluso antes- y seguir realizándolos tras el parto. La secuencia vendrá dada por la experiencia de la embarazada en el ejercicio físico y en Pilates y por sus circunstancias propias.
Hay que tener en cuenta que en cada trimestre la secuencia es diferente ya que, además, debe adaptarse a la propia embarazada. Estas serían las pautas generales:
Primer trimestre
Es casi igual que antes del embarazo; solamente hay que tener un poco de sentido común para no hacer ejercicios avanzados o que aumenten excesivamente la presión abdominal.
Segundo trimestre
Hay que entrenar a la embarazada para mejorar la circulación y fortalecer el soporte para el aumento del peso y el abdomen.
Tercer trimestre
El objetivo es preparar a la mujer para el parto y el posparto, puesto que las posibilidades de ejercicios se ven reducidas.
Posparto
El posparto es muy diferente en cada mujer, no solo según haya sido el parto, sino también en función de cómo haya sido la preparación mediante Pilates y, sobre todo, cómo se va recuperando la madre. En este periodo se introducen ejercicios que además producen una vuelta a la normalidad del tamaño de la pelvis y la cintura.
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