El Lactobacillus, una bacteria probiótica encontrada en el yogur de cultivo vivo, parece revertir síntomas de depresión en ratones, según una nueva investigación. Además, los investigadores han descubierto un mecanismo específico que sugiere un vínculo directo entre la salud del microbioma intestinal y la salud mental.
En un reconocido modelo preclínico de depresión, los investigadores examinaron el microbioma intestinal de los ratones antes y después de haber estado expuestos al estrés crónico. El cambio principal encontrado fue una pérdida de Lactobacillus y un aumento en los niveles circulantes de las quinureninas, que se sabe promueven la depresión.
Con la pérdida de Lactobacillus sobrevino la aparición de síntomas depresivos, pero después de la suplementación con L. reuteri para restaurar Lactobacillus, el metabolismo de las quinureninas se normalizó, y también el comportamiento de los animales.
«Sólo una cepa de Lactobacillus es capaz de influir en el estado de ánimo», expresó en un comunicado el investigador principal, el Dr. Alban Gaultier, PhD, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia, en Estados Unidos.
«Éste es el cambio más consistente que hemos visto a través de diferentes experimentos y diversas configuraciones que denominamos perfiles de microbiomas. Esto implica un cambio constante. Vemos que los niveles de Lactobacillus están relacionados directamente con el comportamiento de estos ratones», manifestó la investigadora Ioana Marin, una estudiante de doctorado.
¿Un paso hacia nuevos tratamientos para la depresión?
Los autores evalúan la hipótesis de que Lactobacillus suprime quinurenina y mantiene los niveles del metabolito que lleva a la depresión. Cuando Lactobacillus se agota, los niveles de quinurenina aumentan.
Para probar esta teoría, los investigadores llevaron a cabo un experimento para elevar los niveles de quinurenina en ratones, mientras se administraban Lactobacillus. Encontraron una mejora, ya que los síntomas depresivos disminuyeron en este entorno.
«Mecánicamente, hemos identificado que Lactobacillus derivado de especies reactivas al oxígeno puede suprimir el metabolismo de la quinurenina huésped mediante la inhibición de la expresión de la enzima metabolizante IDO1 en el intestino. Además, mantener los niveles de quinurenina elevados durante la suplementación de Lactobacillus disminuyó los beneficios del tratamiento. En conjunto, nuestros datos proporcionan una imagen mecánica de cómo la microbiota (Lactobacillus) puede contribuir a la regulación del metabolismo y la resiliencia durante el estrés», escriben los investigadores, quienes consideran que los hallazgos deberían ser replicables en personas.
«Algunas de las mismas cepas de Lactobacillus utilizadas en el estudio están presentes en los seres humanos y los ratones. Además, los desequilibrios del metabolismo quinurenina han demostrado estar asociados con la depresión en los seres humanos», comentó el Dr. Gaultier.
El Dr. Gaultier también expresó que este descubrimiento puede abrir la puerta a nuevos tratamientos para la depresión, así como otros trastornos, como la ansiedad.
Fuente: Medscape/Farmanuario