Si alguna vez encuentras tu toalla o tampón impregnados en sangre de color casi negro es por una razón muy sencilla: se trata de sangre más antigua.
Esto ocurre porque cuando comienza el desprendimiento de óvulos del útero, al inicio de cada menstruación y no toda la sangre sale de inmediato. Hay sangre que se queda acumulada en las paredes uterinas y cuanto más tarda en salir, más oscura se vuelve y por este motivo a veces llega a adquirir una tonalidad casi negra.
No obstante, si el sangrado es constante y siempre tan oscuro siempre lo indicado es consultar con nuestro ginecólogo de cabecera, para despejar cualquier duda.