El hipofraccionamiento moderado va camino a convertirse en el tratamiento estándar para el cáncer de mama. El tratamiento consiste en administrar en el tumor con la máxima precisión, menor dosis total de radioterapia pero en fracciones con dosis diarias mayores y logra reducir el número de sesiones y obtener un nivel de toxicidad equiparable o inferior a la radioterapia tradicional.
“El hipofraccionamiento de mama es una técnica que se debe estandarizar y vamos a empezar a plantearnos tratamientos todavía más cortos en ciertos subgrupos de pacientes. En el futuro deberíamos poder ofrecer tratamientos muy cortos, de una semana, por ejemplo, con una tecnología óptima”, ha precisado la doctora Graciela García, oncóloga radioterápica y coordinadora médica de GenesisCare Madrid en el Hospital San Francisco de Asís.
Esta modalidad de tratamiento permite, entre otros beneficios, reducir los desplazamientos del paciente a las unidades de tratamiento. “Además, es un tratamiento considerado coste-efectivo puesto que permite reducir el número de recursos consiguiendo la misma eficacia”, ha añadido García. Las diferentes estrategias en la toma de decisiones en hipofraccionamiento en cáncer de mama son objeto de análisis actual, así como aspectos del tratamiento en tumores de mama in situ o la opción de hipofraccionamiento con sobreimpresión concomitante.
Otro de los tumores donde la radioterapia hipofraccionada se aplica con más frecuencia es en el de cáncer de próstata, uno de los tumores de mayor prevalencia. Al respecto, Rafael García, oncólogo radioterápico y coordinador médico de GenesisCare Madrid Arturo Soria, ha precisado que “a medida que la tecnología ha avanzado, se ha acortado más el camino para llegar al hipofraccionamiento extremo (SBRT), que ya se está realizando”. La tecnología ha permitido en la última década disminuir la duración total del tratamiento de 39 días a cinco sesiones. “Esto favorece no solo al paciente, sino también a la gestión asistencial. De esta forma podemos tratar a más pacientes, mejorar su calidad de vida y reducir así las listas de espera”, ha puntualizado.
El hipofraccionamiento extremo permite la optimización de recursos en los tratamientos de oncología gracias a su menor duración e invasividad, a su baja toxicidad y mejor calidad de vida y accesibilidad para los pacientes. De acuerdo con el coordinador médico de GenesisCare Madrid Arturo Soria, esta técnica aúna “lo mejor de la braquiterapia, es decir la precisión, y la convierte en una terapia óptima que precisa del personal y la tecnología adecuadas”.
Los especialistas asistentes al curso señalaron que progresivamente se están ampliándolas indicaciones del tratamiento con radioterapia hipofraccionada a otras neoplasias, como pacientes con oligometástasis, como terapia focal en reirradiación y en pacientes de alto riesgo.
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