Si algo nos hace bien a las personas es hablar sobre lo que sentimos, poner en palabras, sacar a la luz y ponerlo en comunión con alguien en quien confiamos.
Por eso, desde Portal Salud creímos más que interesante compartir con los lectores parte de la entrevista que nuestra revista hermana Hola Salud le hizo al psicoanalista y escritor Gabriel Rolón.
“El ser humano será siempre difícil, conflictivo y deberá luchar contra la agresividad que lo recorre si es que no quiere ser una persona despreciable”, reflexiona el especialista.
A continuación, tres preguntas a Rolón con sus respectivas respuestas.
Hablemos de salud mental. ¿Por qué es necesario visibilizar este tema?
Porque es hora de romper la dualidad entre la res cogitans y la res extensa, es decir, entre la mente y el cuerpo. Porque en ese enfrentamiento, la salud quedó del lado del cuerpo y es importante darle lugar a la salud mental porque el mundo está inundado de hombre y mujeres que sufren por cuestiones emocionales. Tanto o más que por las cuestiones físicas.
Uruguay es uno de los países con mayor índice de depresión y suicidio. ¿Cómo es posible combatir esta realidad como sociedad?
Ojalá tuviera esa respuesta. Pero estoy seguro que los muy buenos profesionales uruguayos pueden estudiar este fenómeno que asusta tanto como sorprende. ¿Por qué un país tan bello, de gente de corazón abierta y mano extendida, de ritmo lento y trato respetuoso, tiene esos números tan impactantes? Se ha abierto un desafío para los filósofos, sociólogos y psicólogos del Uruguay. Y ojalá avancen en la solución a tanto sufrimiento.
¿Cómo somos las personas pospandemia? ¿En qué evolucionamos y en qué retrocedimos?
Para el Psicoanálisis no existen “las personas”. No porque no existan en el mundo, sino porque no existen para nosotros, no son el material con el que trabajamos. Por el contrario, nosotros nos movemos en ese mundo íntimo y privado de cada paciente. El conjunto humano es una materia de estudio interesante para los sociólogos. En cambio, los analistas debemos descubrir un universo nuevo con cada paciente que llega. Solo puedo decir que al menos ha caído esa fantasía de que luego de la pandemia todos seríamos mejores, más solidarios. Aún no ha terminado esa pandemia y el mundo ya está en guerra. El ser humano será siempre difícil, conflictivo y deberá luchar contra la agresividad que lo recorre si es que no quiere ser una persona despreciable.