Quienes padecen enfermedades cardíacas y otras afecciones corren más riesgo de enfermar gravemente si llegan a contagiarse de coronavirus COVID-19.
Por ello, los pacientes cardíacos posiblemente se pregunten si están haciendo lo correcto para su salud en este momento, cuando hay pocos estudios respecto a esta nueva enfermedad viral. Los pacientes cardíacos tienen algunas consideraciones sobre qué hacer respecto a la COVID-19.
La vacuna antigripal es importante para prevenir una infección viral
Una de las medidas más importantes para quien padece una enfermedad cardíaca es recibir la vacuna antigripal. Los estudios muestran que las personas vacunadas contra la gripe (o influenza) reducen en aproximadamente un 50% el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular durante la temporada gripal.
Si bien la vacuna antigripal no previene la COVID-19, sí evita la gripe o al menos reduce su severidad. Mientras menos personas contraigan y propaguen la gripe, menos pacientes necesitarán tratamiento y habrá más recursos médicos para tratar la COVID-19.
El síndrome respiratorio agudo severo por coronavirus 2, o SARS-CoV-2, el virus que lo causa, provoca inflamación en todo el cuerpo y cuando alguien padece una enfermedad cardíaca y contrae la infección por SARS-CoV-2, puede convertirse en un problema doble”, dice el Dr. Kopecky.
La reacción inflamatoria puede irritar el revestimiento interno de las arterias. Cuando las arterias ya están tensionadas por la acumulación de placa, esa inflamación puede llevar a un desgarre. Puede también formarse un coágulo sanguíneo que obstruye la circulación al corazón o al cerebro y ocasiona un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.
Medicamentos
Al pensar en la necesidad actual de aislarse socialmente para restringir la propagación de la COVID-19, vale la pena revisar la provisión de medicamentos y abastecerse dado que los pacientes cardíacos no deben interrumpir los medicamentos, a menos que el médico les instruya que lo hagan.
Debemos mencionar que aquellos pacientes que toman inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina, o inhibidor ECA (IECA), o un antagonista del receptor de la angiotensina 2 (ARA 2) no deben suspender el tratamiento, a menos que el médico les pida hacerlo.
Es común durante la temporada gripal tomar un antiinflamatorio no esteroide, o AINE. Estos medicamentos pueden aumentar el riesgo de sufrir un evento cardíaco dentro del período de 7 días de haberlo tomado a diario. Para mantener bajo el riesgo, se recomienda utilizar paracetamol, naproxeno o ibuprofeno, siempre a la mínima dosis necesaria.
Alimentación sana y mantenimiento del peso
Es importante mantener el peso a raya durante todo período de estrés, especialmente en los pacientes cardíacos. Si padece insuficiencia cardíaca, pésese a diario, a la misma hora, en la misma balanza y con la misma cantidad de ropa. Algunas personas dicen que lo más fácil es hacerlo por la mañana, cuando acaban de levantarse.
Procure mantener estable el peso, especialmente si come alimentos más salados durante este período difícil.
Continuar con la actividad física
Si los pacientes cardiópatas no presentan síntomas de COVID-19, se recomienda continuar con la rutina recomendada de actividad física. Aparte del placer de continuar con la rutina, hacer actividad física con regularidad ayuda a aliviar el estrés y mantener el peso. Además, ingerir más comida, en particular en tiempos de cuarentena, sin hacer actividad física lleva a subir de peso.
Mayo Clinic / Tendencias en Medicina.
