Recientes datos publicados en la revista The Lancet muestran los resultados de la administración de una vacuna a voluntarios sanos y administración temprana en pacientes, frente al virus VIH-1, causante de la mayoría de infecciones, que emplea como vector un adenovirus del serotipo 26 (Ad26).
Los adenovirus son una familia de virus que se usan muy frecuentemente para transportar genes, en este caso genes que codifican antígenos frente al VIH.
El trabajo muestra los resultados de dos ensayos paralelos: el primero en 393 adultos sanos y con bajo riesgo de contraer sida de África Oriental, Sudáfrica, Tailandia y Estados Unidos. Los voluntarios recibieron el placebo o una de las diferentes combinaciones de vacunas. En esta fase del ensayo clínico lo más importante es asegurarse de que la vacuna es segura y no provoca reacciones adversas. En este caso tan solo cinco personas (el 1% de la muestra) experimentaron alguna molestia: dolor abdominal y diarrea, mareos, dolor de espalda y malestar general.
Según afirma Dan Barouch, profesor de la Escuela Médica de Harvard y líder de la investigación, en declaraciones a la agencia AFP, “la vacuna indujo respuestas inmunes robustas en los participantes”. Más significativos son los resultados del segundo estudio, llevado a cabo en monos rhesus (Macaca mulatta) que fueron posteriormente inoculados con un virus similar al VIH: la vacuna ofreció una protección total contra la infección en dos tercios de los 72 individuos en los que se probó.
Los resultados son prometedores, pero preliminares. El siguiente paso es ver qué pasa a gran escala cuando el virus ataca a las personas potencialmente inmunizadas con la vacuna. Esto es lo que se va a comprobar en la fase 2b del ensayo clínico, que ya ha comenzado. En ella se está probando la efectividad de la vacuna en 2.600 mujeres del sur de África en riesgo de infectarse por VIH, y los resultados se esperan para el año 2021 o 2022. “El hecho de que la vacuna proteja a dos tercios de los monos en un ensayo de laboratorio no significa que proteja a los humanos, y por lo tanto debemos esperar los resultados de la siguiente fase antes de saber si protegerá o no a los humanos contra infección por VIH”, ha alertado Barouch.
En todo caso, la nueva investigación es alentadora y esperamos que, por fin, la vacuna contra el sida esté cada vez más cerca.
Referencia: Barouch et al. 2018. Evaluation of a mosaic HIV-1 vaccine in a multicentre, randomised, double-blind, placebo-controlled, phase 1/2a clinical trial (APPROACH) and in rhesus monkeys (NHP 13-19) The Lancet, https://doi.org/10.1016/S0140-6736(18)31364-3
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