Es una infección causada por el treponema pallidum, pasa de la madre al niño durante el desarrollo fetal o en el momento del nacimiento. Puede manifestarse, según su severidad, como muerte o enfermedad neonatal o infección latente, pudiendo desarrollar secuelas tardías.
Toda mujer embarazada debe realizarse análisis serológicos para sífilis en la primera consulta prenatal, entre las 28-32 semanas, en el momento del parto o eventualmente cuando sea atendida por aborto o mortinato.
La muerte antes de nacer, ocurre en un 40 % de las gestaciones de mujeres con sífilis no tratada o tratada inadecuadamente. Con un tratamiento adecuado, antes de las 36 semanas de gestación, podrían evitarse las lesiones fetales. En su mayoría, los recién nacidos, son asintomáticos, pudiendo desarrollar manifestaciones tardías.
Manifestaciones Clínicas
Existen dos formas de presentación de la sífilis congénita, la precoz, que se manifiesta en los dos primeros años de vida y la forma tardía, la que surge después de la edad mencionada. Los niños que nacen de madres no tratadas o sin un diagnóstico oportuno, al inicio pueden no presentar síntomas o bien manifestarse más adelante, generalmente en el período perinatal.
Entre las manifestaciones de índole precoz, más frecuentes, se destaca el déficit del crecimiento, el aumento de tamaño del hígado, bazo y ganglios, ictericia, neumonía, anemia y otras alteraciones sanguíneas, compromiso meníngeo, erupción en piel y mucosas, rinitis sanguinolenta, afección de los huesos (osteocondritis y periostitis), afección ocular (coriorretinitis, glaucoma, opacificación de la córnea) y otras alteraciones neurológicas, renales, digestivas, etc.
Entre las manifestaciones tardías se encuentran: las malformaciones craneofaciales como abombamiento de la frente o frente olímpica, nariz en silla de montar por la destrucción del tabique nasal, mandíbula prominente, etc, alteraciones de los dientes, ceguera, sordera, retraso mental, etc.
Situación de la Sífilis en América Latina y el Caribe
Según la OPS/OMS, cada año, se estima que 2.100 niños nacen o contraen el VIH de sus madres en América Latina y el Caribe; 22.400 se infectan con sífilis; alrededor de 9.000 nacen con Chagas, y 6.000 contraen el virus de la hepatitis B. Si no son detectadas y tratadas a tiempo, estas enfermedades pueden generar abortos, muerte fetal, malformaciones congénitas y neurológicas, problemas cardíacos, cirrosis, cáncer de hígado y en algunos casos hasta la muerte.
Para poner fin a la transmisión de la madre al hijo de estas cuatro enfermedades para 2020, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) lanzó el Marco para la Eliminación de la Transmisión Maternoinfantil del VIH, la sífilis, la hepatitis y la enfermedad de Chagas (ETMI-PLUS), una hoja de ruta con estrategias e intervenciones dirigidas a las mujeres antes y durante el embarazo, así como a las puérperas y a sus recién nacidos.
Fuente: Ministerio de Salud de Paraguay.

