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Síndrome de piernas inquietas ¿qué hacer?

 

En el síndrome de las piernas inquietas, también conocido como enfermedad de Willis-Ekbom, los síntomas pueden variar desde molestias ligeras a discapacidad, y un síntoma secundario importante es la dificultad para dormir bien por la noche. Todos los síntomas combinados pueden tener un efecto nocivo sobre la energía, la vitalidad, el pensamiento y el ánimo de la persona.

El diagnóstico del síndrome de las piernas inquietas se basa en la identificación de los síntomas clásicos, los cuales incluyen un impulso irreprimible para mover las piernas, junto con una sensación incómoda en muslos, pantorrillas o pies, y ocasionalmente hasta los brazos, que puede describirse como un dolor o un ardor que trepa, hormiguea, sacude o descarga electricidad.

El síndrome de las piernas inquietas normalmente provoca sensaciones que empiezan o empeoran con el reposo o la falta de actividad, como ocurre al acostarse o sentarse, y suelen ser peores al atardecer y la noche. Estas sensaciones normalmente se alivian solo con el movimiento, como caminar o estirar los músculos, hasta que al final pasan.

Es común que las personas con síndrome de las piernas inquietas tengan dificultad para dormir o no alcancen un sueño reparador. Alrededor del 80% de quienes sufren del síndrome también presenta movimientos periódicos de las extremidades cuando duerme. Es decir, sacuden las piernas o patean durante el sueño, lo que altera la calidad del mismo, aunque la persona generalmente no se entera.

¿Qué hacer?

Si usted tiene síntomas del síndrome de las piernas inquietas que ocurren de forma periódica y no repercuten mucho sobre su vida, posiblemente pueda calmar la sensación con masajes en las piernas, estiramiento de los músculos de las mismas, caminatas o un baño caliente. A fin de prevenir los síntomas, mantenga la mente ocupada al atardecer con crucigramas, conversaciones, tejido u otras actividades útiles, e intente no beber cafeína desde temprano.

Si no puede manejar los síntomas por sí mismo, entonces, el primer paso es examinar si el nivel de hierro es insuficiente, ya que puede contribuir a los síntomas del síndrome de las piernas inquietas. Cuando el nivel de hierro es bajo, lo que normalmente se recomienda es reemplazarlo con un suplemento, aunque en algunos casos se puede considerar reemplazar el hierro por vía intravenosa.

Otro primer paso es pedir al médico o al farmacéutico que mire todos los medicamentos recetados y no recetados que toma, así como los suplementos, para ver si alguno podría contribuir a los síntomas.

Si ninguno de estos cambios bastase para aliviar los síntomas, el médico puede recetarle medicamentos para reducir el síndrome de las piernas inquietas.

 

Mayo Clinic / Tendencias en Medicina.

 

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