Reducir el tabaquismo; detectar, tratar y controlar la hipertensión arterial; y asegurar el cumplimento de las estrategias de prevención secundaria en pacientes con antecedentes cardiovasculares, son las tres medidas que, adoptadas de manera conjunta, podrían disminuir la carga global de enfermedad cardiovascular en un 80%, así se expresó en el 44° Congreso Argentino de Cardiología, que tuvo lugar en esta ciudad entre el 18 y 20 de octubre.
Actualmente se está desarrollando una iniciativa independiente denominada «Enfermedades no Transmisibles (ENT) Cuenta Regresiva 2030», integrada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la revista The Lancet, la Alianza de enfermedades no transmisibles, el Centro Colaborador de la OMS para el Monitoreo y la Epidemiología de enfermedades no transmisibles, del Imperial College London e investigadores y profesionales de la salud de todo el mundo. Tiene como objetivo informar sobre políticas que pueden reducir la carga de enfermedades no transmisibles, que en 2016 causaron 71% de las muertes globales, representadas en su mayoría por enfermedades cardiovasculares.
La referencia «cuenta regresiva» hacia 2030 se vincula con los Objetivos de Desarrollo Sostenible del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que para ese año, se plantea una reducción de un tercio de las muertes prematuras (entre los 30 y 70 años) por enfermedades no transmisibles, que incluyen también al cáncer, la diabetes y las afecciones respiratorias.
Para lograr ese objetivo, se deben abordar tres aspectos:
- Tabaquismo: reducir el consumo puede tener un gran impacto en la mortalidad por enfermedad cardiovascular. Una estrategia es mediante impuestos a nivel nacional, porque si aumentas el precio, baja el consumo.
- Hipertensión: su detección y tratamiento oportunos pueden generar un impacto enorme en la carga de enfermedad.
- Prevención secundaria: existe un amplio rango de medicamentos que en ensayos controlados aleatorizados han mostrado por sí solos aumentar la sobrevida en aquellos que ya tienen enfermedades cardiovasculares. Los pacientes tienen que ser educados para tomar y cumplir el consumo de estos medicamentos. Entre ellos, aspirina, inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, estatinas y beta-bloqueantes, sumado a la cesación tabáquica puede prevenir o retrasar un 75-80% de eventos cardiovasculares recurrentes y sus complicaciones, incluyendo la muerte y la discapacidad.
Medscape / Farmanuario.