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Cáncer de piel (1ra. Parte)

 

El cáncer de piel es el tipo de cáncer cuya tasa de incidencia ha aumentado más en el mundo. Se divide en dos grupos principales, el melanoma maligno y el cáncer de piel no melanoma. Han sido identificados diferentes factores predisponentes y prevenibles, destacándose la exposición excesiva a la radiación ultravioleta como el principal de ellos. El carcinoma basocelular representa el 75% de todos los cánceres de piel, raramente da metástasis a otros órganos. El carcinoma espinocelular es el segundo cáncer cutáneo más frecuente. El melanoma maligno es el cáncer de piel con mayor mortalidad, afectando principalmente a los adultos jóvenes.

Importancia del cáncer de piel

El cáncer de piel es el tipo de cáncer cuya tasa de incidencia ha aumentado más en el mundo. Se lo puede dividir en dos grupos principales:

  • el melanoma maligno (MM) y
  • el cáncer de piel no melanoma (CPNM)

Dentro de los cánceres de piel no melanoma, el carcinoma basocelular (CBC) y el carcinoma espinocelular (CEC) son dos de los tipos más comunes, ambos altamente curables.

El melanoma maligno es sumamente mortal si no es diagnosticado en etapas tempranas, donde presenta una alta tasa de sobre vida. Además es uno de los cánceres más prevalentes entre los adultos jóvenes. Aparentemente el creciente hábito de la población de exponerse al sol en forma imprudente a fin de obtener un bronceado de la piel, considerado como elemento de belleza, ha aumentado la frecuencia de quemaduras solares, envejecimiento prematuro de la piel y, lo que es peor, la aparición temprana de cánceres en la piel.

Factores de riesgo

Han sido identificados diferentes factores predisponentes y prevenibles del cáncer de piel, destacándose la exposición excesiva a la radiación ultravioleta (RUV) como el principal de ellos.

La exposición a la radiación ultravioleta (RUV) durante la infancia y la adolescencia juega un papel trascendente en el desarrollo futuro del cáncer de piel, ya que los niños protegidos correctamente de las RUV tienen 78% menos riesgo de desarrollar cáncer de piel en su vida adulta.

Es importante destacar que los niños se exponen al sol tres veces más que los adultos y que antes de los 21 años han recibido entre el 50 y el 80% de toda la radiación solar que recibirían a lo largo de su vida.

La historia de quemaduras por la exposición solar duplica la posibilidad, y si estas se producen en la infancia aumentan a su vez el riesgo de CBC y MM. En cambio, si la exposición solar es crónica, el riesgo es mayor para el CEC.

El riesgo de cáncer de piel es mayor en individuos con piel y ojos claros que se queman fácilmente o no se broncean.

Los pelirrojos tienen una posibilidad hasta 4 veces mayor que los individuos de pelo castaño oscuro o negro, riesgo que disminuye a la mitad para los rubios.

La piel clara aumenta el riesgo tres veces en comparación con la oscura.

La predisposición a desarrollar nevos o lunares está genéticamente determinada y su aparición se ve favorecida por la exposición crónica a las RUV. A su vez la presencia de gran número de nevos (igual o superior a 100) aumenta 7 veces el riesgo en comparación con los que tienen pocos (menos de 15) ó ninguno y si los nevos son atípicos y existen antecedentes familiares de esta enfermedad, el riesgo aumentará 500 veces.

Los antecedentes familiares de MM aumentan el riesgo de la enfermedad al doble que en las personas que carecen de ellos.

Algunas de estas familias son portadores de un gen de susceptibilidad hereditario denominado CDKN2A21, que las predispone a padecer esta enfermedad.

Si los antecedentes familiares son de espinocelular o basocelular, aumenta el riesgo para este tipo de lesiones en los otros integrantes de la misma.

Lo mismo sucede con los trasplantados renales en tratamiento inmunosupresor. En estos últimos el riesgo se hace 33 veces mayor.

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Dr. Julio Magliano.

Fuente: Tendencias en Medicina.

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