Las infecciones humanas podrían tratarse atacando la vulnerabilidad nutricional de bacterias patógenas, de acuerdo con un estudio publicado en Science Translational Medicine.
En el estudio utilizaron el metal pesado galio para combatir sin riesgo el crecimiento bacteriano en ratones y seres humanos.
Una sola dosis de galio sistémico administrada 3 a 12 horas después de que ratones fueron infectados con Pseudomonas aeruginosa aumentó la sobrevida del ratón y redujo el conteo de P. aeruginosa en pulmón y sangre (p < 0,001).
Los investigadores aprovecharon una estrategia antimicrobiana originalmente propuesta por Louis Pasteur y atacaron una vulnerabilidad bacteriana en el metabolismo del hierro. Hicieron esto con nitrato de galio intravenoso, sustancia que ya fue aprobada por la US Food and Drug Administration para una indicación no infecciosa (hipercalcemia por cáncer).
Galio fue inocuo y eficaz en seres humanos
Después de documentar el resultado positivo en ratones, los investigadores realizaron un pequeño estudio sin enmascaramiento, no controlado, en 20 adultos con fibrosis quística leve, e infecciones pulmonares crónicas por P. aeruginosa. Las variables fueron efectos adversos, tolerabilidad y farmacocinética. Los resultados del estudio de fase 1b a pequeña escala indicaron que el tratamiento sistémico con galio mejoraba sin riesgo y con eficacia la función pulmonar.
Los investigadores no documentaron efectos adversos graves y observaron que la función renal, las concentraciones de electrólitos y las cifras sanguíneas no eran afectadas por el tratamiento. Aunque la eficacia no fue un criterio principal de valoración, los investigadores documentaron incrementos estadísticamente significativos en la función pulmonar 14 y 28 días después de una sola infusión de galio (p < 0,005).
La resistencia a galio surgió con lentitud
La resistencia a galio surgió a velocidad muy lenta, posiblemente como resultado del hecho de que puede dirigirse a muchas vías metabólicas en las bacterias. La capacidad del galio para sustituir en general al hierro, indica que el metal podría alterar varios aspectos de las funciones bacterianas. El galio inhibe las enzimas que median la síntesis bacteriana de ADN y la defensa antioxidante, y sensibilizan a las bacterias a la destrucción por peróxidos.
Medscape / Tendencias en Medicina.