La agencia establece límites a corto y a largo plazo en un esfuerzo por reducir el riesgo de hipertensión, enfermedad cardíaca y ACV de los estadounidenses.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU desea que la industria alimentaria reduzca la cantidad de sal.
El objetivo es reducir el riesgo de hipertensión, enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular (ACV) de los estadounidenses, según la FDA.
“Muchos estadounidenses desean reducir la cantidad de sodio de sus dietas, pero eso es difícil de hacer cuando gran parte del sodio está en los productos cotidianos que compramos en las tiendas y los restaurantes», comentó en una declaración de la FDA Sylvia Burwell, secretaria de Servicios de Salud y Humanos.
El ataque cardíaco y el ACV son la causa principal de muerte en Estados Unidos, y la hipertensión es un importante factor de riesgo que contribuye a más de 1,000 muertes al día.
Hay una relación directa de dosis-respuesta entre el sodio y la presión arterial. Reducir la ingesta de sodio reduce tanto la presión arterial como la enfermedad cardiovascular.
La cantidad promedio de sal que consumen los estadounidenses es de aproximadamente 3,400 miligramos (mg) al día, lo que es casi un 50 por ciento más que lo que los expertos recomiendan.El objetivo es reducir la ingesta diaria de sal a 3,000 mg en 2 años y a 2,300 mg en la próxima década, según la FDA. Las directrices cubren una gran variedad de alimentos, desde el pan a las carnes frías, los cereales y los refrigerios.
Algunos estudios han estimado que reducir la ingesta de sal en aproximadamente un 40 por cierto en la próxima década podría salvar 500,000 vidas y ahorrar casi 100 mil millones de dólares en costos de atención médica en Estados Unidos.
Los expertos del Instituto de Medicina han concluido que reducir la ingesta de sal a 2,300 mg al día puede ayudar de forma significativa a las personas a reducir su presión arterial, y en última instancia a evitar cientos de miles de enfermedades y fallecimientos prematuros.
Dado que la mayoría del sodio procede de alimentos procesados y preparados, los consumidores se enfrentan al desafío de reducir el consumo de sodio por sí mismos.
Reducir los niveles de sodio del suministro de alimentos podría eliminar aproximadamente 1.5 millones de casos de hipertensión sin controlar y ahorrar miles de millones de dólares en costos de atención médica a lo largo de la próxima década.