En una encuesta publicada el 27 de marzo realizada a 195 médicos por Medscape, se encontró que la mitad de los médicos informó estar «a favor» o «muy a favor» de revelar a pacientes el diagnóstico de su propia enfermedad. Sin embargo, las respuestas variaron según género. Más de la mitad de los clínicos del género masculino (54%) señaló que estaba a favor de tal revelación, mientras que solo 43% de sus contrapartes femeninas respondió de igual manera.
Las cifras de quienes se ‘oponían’ o se ‘oponían fuertemente’ a la idea fueron similares según género; 24% de las mujeres dijo que se oponía a ello frente a 22% de los hombres. Un porcentaje sustancial (34% de las mujeres y 24% de los informantes hombres) no tenía una firme convicción en torno a la cuestión en uno u otro sentido.
Médicos más jóvenes (menores de 44 años) tuvieron las mismas probabilidades que los médicos de 45 años y mayores (52% frente a 49%) de estar a favor de revelar diagnósticos personales.
En marzo, en Medscape Noticias Médicas se reportó sobre la Dra. Heather Thompson Buum, médica de atención primaria en Minnesota, quien escribió sobre su decisión de compartir con algunas de sus pacientes su diagnóstico de cáncer de mama en un ensayo publicado el 11 de marzo en la versión electrónica de Annals of Family Medicine.
Comentarios ilustran diferentes puntos de vista
Los comentarios sobre la historia coinciden en gran parte en que compartir es algo positivo. Algunos médicos indicaron que compartir su diagnóstico ayuda a crear empatía con los pacientes, y les hace saber que no están solos.
Sin embargo, otros recomendaron mantener una distancia profesional y advirtieron que conocer el diagnóstico de un médico puede hacer que los pacientes se sientan culpables de tener sus propias necesidades o preocupados de que su médico no podrá atenderlos durante su tratamiento.
Las cifras en la encuesta de Medscape fueron mucho más bajas cuando los médicos respondieron acerca de si en lo personal habían compartido tal información y con cuánta frecuencia.
Solo 21% respondió que «siempre» o «a menudo» lo hacía, y 44% reportó que ‘raras veces’ o ‘nunca’ lo hacía.
Estas cifras también variaron según género y edad. Los hombres tuvieron el doble de probabilidades que las mujeres de ‘siempre’ o ‘a menudo’ compartir tal información (26% frente a 13%). Aquí los médicos menores de 44 años tuvieron un poco menos de probabilidades de «siempre» o «a menudo» compartir información que los de 45 años y mayores (18% frente a 23%).
Mantener los límites profesionales con el propio paciente es importante para garantizar el mismo nivel de atención para todos los pacientes.
Sin embargo, tomar la posición de generar empatía con el paciente, sin realizar juicio de valor o “rezongo”, parece ser una estrategia que fortalece la relación médico-paciente y el proceso terapéutico.
Medscape / Farmanuario.