La mordedura de una serpiente puede causar serios problemas de salud. Al año se producen 5,4 millones de casos y saber reaccionar es fundamental. Muchas de las acciones que hemos visto en el cine son, generalmente, mala idea. Los expertos explican cómo debemos actuar y, sobre todo, lo que no debemos hacer si hemos sufrido una mordedura.
Es más probable que una mordedura de serpiente ocasione una discapacidad o la muerte si la víctima tarda demasiado tiempo en acudir a un centro médico, si se le han administrado primeros auxilios de manera incorrecta o si no los ha recibido en absoluto, bien porque el antídoto (en caso de que exista para ese veneno concreto) no está disponible, no es asequible o la mordedura no ha sido correctamente tratada.
Lo primero que hay que hacer es alejarse de la serpiente para evitar una nueva mordedura y tratar de mantener la calma. Si se tiene una cámara o teléfono móvil a mano, es recomendable tomar algunas fotos de la serpiente de forma rápida y desde una distancia segura.
Si hemos sufrido una mordedura de serpiente, siempre debemos actuar como si esta fuera venenosa, aunque pensemos que no lo es o incluso aunque no estemos seguros de que lo que nos ha mordido sea una serpiente, ya que algunas mordeduras parecen simples arañazos o ni siquiera son visibles.
Es importante llamar al servicio de emergencias inmediatamente y restringir los movimientos para minimizar la circulación del veneno. Los primeros auxilios se basan en la inmovilización. Lo mejor es sentarse, mantenerse todo lo quieto posible y dejar que otra persona aplique los primeros auxilios y organice el traslado al centro sanitario más cercano. Se debe también retirar cualquier pulsera, reloj, anillo o adorno del miembro afectado antes de aplicar los primeros auxilios.
Los brazos de la persona afectada se deben atar a su torso y sus piernas se atan juntas a la altura de las rodillas y los tobillos. También puede ser útil marcar con un rotulador el área de la mordedura ya sea sobre la piel o en la venda.
No se debe cortar, succionar ni limpiar la herida. Tampoco aplicar sobre ella hierbas u otros remedios ni hacer torniquetes. No se debe dar a la víctima alcohol ni ninguna otra bebida o comida.
Traslados y antídotos
En cuanto a la manera de transportar a la persona afectada, nunca hay que llevarla tumbada sobre su espalda pues esto puede ocasionar que la saliva, el vómito o la propia lengua obstruyan la vía aérea.
Una vez en el centro médico, los profesionales sanitarios valorarán el grado de envenenamiento.
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