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¿Utilizar una mascarilla puede proteger contra coronavirus?

Con la inquietud creciente en torno al nuevo coronavirus (2019-nCoV) de China, muchas personas tratan de descifrar las mejores formas de protegerse a sí mismas y a sus seres queridos contra la infección.

Dos grandes interrogantes que tienen muchas personas son:

¿Nos mantendrá protegidos utilizar una mascarilla? Y de ser así, ¿de qué clase debería ser esta?

Lo más importante que se debe entender es que los investigadores están tratando de descifrar las formas en que se transmite este nuevo coronavirus. Mientras tanto, el mejor consejo basado en las recomendaciones de Centers for Disease Control and Prevention es hacer lo siguiente:

  1. Lavarse muy bien las manos con regularidad durante el día.
  2. Evitar tocarse ojos, nariz y boca con las manos sin lavar.
  3. Evitar contacto con personas enfermas.

Esto ayudará a proteger contra toda una variedad de infecciones, incluida la producida por 2019-nCoV.

Las mascarillas pueden desempeñar un papel en la prevención de la infección, pero en realidad su utilidad es limitada. Hay ciertos datos que indican que utilizar una mascarilla puede proteger contra la transmisión del virus de las manos a la boca, probablemente porque se presta más atención a NO tocarse la cara cuando se utilizan estos dispositivos. También se obtiene alguna protección contra las gotitas «que salpican» cuando una persona infectada estornuda o tose.

La principal inquietud de los médicos en cuanto a recomendar mascarillas es el falso sentido de seguridad que podría brindar su empleo. Hay muchos motivos por los cuales las mascarillas no son ideales. Por ejemplo, es realmente difícil encontrar una que se ajuste perfectamente al contorno de la nariz y la boca, o que se mantenga en posición durante un periodo prolongado.

En el momento en que se rasca la nariz o se toca la boca detrás de la mascarilla se pierde la protección que supuestamente ofrece la misma.

En el ámbito médico hay lineamientos muy específicos con respecto a cuándo utilizar mascarilla y a qué clase de protección recurrir dependiendo del tipo de infección que tengan los pacientes.

Precauciones con las gotitas: utilizar una mascarilla quirúrgica rectangular en el caso de una infección que se propaga a través de grandes gotitas cuando alguien tose, estornuda o habla. Por ejemplo infecciones tipo influenza, tos ferina, y determinados tipos de meningitis bacteriana. Tanto el paciente como el personal sanitario deben utilizar una mascarilla. 

Es importante que el personal asistencial descarte la mascarilla después de cada interacción y utilicen una nueva cada vez que estén cerca de un individuo infectado o exista alta sospecha del mismo.

Precauciones para el contagio por aire: algunas infecciones pulmonares o faríngeas se propagan cuando pequeñas partículas virales o bacterianas se mantienen suspendidas en el aire y son inhaladas, por ejemplo, coronavirus, sarampión, varicela y tuberculosis.

En estos casos la persona infectada debe utilizar mascarilla. Del mismo modo el personal de salud que tienen contacto cercano con estos paciente. Para ello se emplean mascarilla N95. Esta cuenta con un filtro de aire especialmente diseñado para proteger contra partículas muy pequeñas transportadas en el aire. 

Aunque los investigadores siguen descubriendo más aspectos de los mecanismos de propagación de este nuevo coronavirus, las recomendaciones sobre el uso mascarillas (tipo quirurgica) se centra en aquellas personas que tienen la infección, o alta probabilidad de contagio. 

Todo personal de salud que atienda a un paciente infectado debe utilizar una mascarilla N95 como parte de las precauciones para disminuir la probabilidad de contagio.

Para el resto de las personas la mejor protección (lavado de manos, evitar el contacto con personas infectadas y no tocarse la cara con las manos sin lavar) también ayuda a prevenir resfriados e influenza. Si se opta por utilizar una mascarilla quirúrgica hay que asegurarse de que se ajuste lo mejor posible alrededor de la boca y la nariz. Hay que desechar adecuadamente la mascarilla y usar una nueva cada vez que alguien tosa o estornude cerca de uno y la contamine. También es muy importante informar a los clínicos sobre antecedentes de viajes recientes, y tratar de buscar ayuda médica en una etapa temprana si se tiene fiebre, tos o dificultades para respirar.

Fuente: Medscape / Tendencias en Medicina. 

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