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La enfermedad de Alzheimer puede afectar los patrones de sueño

La enfermedad de Alzheimer puede tener un efecto causal sobre los patrones de sueño, pero el trastorno del sueño no parece causar enfermedad de Alzheimer.

La asociación causal entre trastorno del sueño, depresión y enfermedad de Alzheimer que se ha observado en estudios previos puede haberse debido a causalidad inversa. Los patrones de sueño anormal son síntomas de depresión y enfermedad de Alzheimer. El sueño anormal también se asocia a deterioro cognitivo y ansiedad.

Un reciente estudio, “Is risk of Alzheimer’s linked to specific sleep patterns?” de aleatorización mendeliana que comparó a individuos que tienen diferentes perfiles genéticos para una determinada exposición fuer publicado el 19 de agosto en la versión digital de Neurology.

Interrogantes sobre causalidad

Muchos pacientes con trastornos neurodegenerativos a una edad avanzada como enfermedad de Alzheimer tienen depresión concomitante, pero no se ha aclarado si estos dos trastornos tienen una relación causal o factores de riesgo en común.

Los investigadores plantearon la hipótesis de que el sueño afecta de manera causal al trastorno depresivo mayor y la enfermedad de Alzheimer pero que no hay una relación causal entre trastorno depresivo mayor y enfermedad de Alzheimer.

Se llevó a cabo un estudio de aleatorización mendeliana bidireccional de dos muestras para evaluar estas hipótesis.

Los investigadores realizaron estudios de asociación de todo el genoma (GWAS) utilizando datos del estudio prospectivo basado en la población UK Biobank. Se midieron los fenotipos del sueño a través de la autonotificación o mediante acelerómetro. Las asociaciones genéticas se derivaron de 403.195 pacientes para cronotipo, 237.627 pacientes para insomnio, 446.118 personas para duración del sueño y 85.670 para los fenotipos derivados de acelerómetro.

Se derivaron dos variables binarias a partir de la duración del sueño: sueño corto (duración del sueño de menos de 7 horas) y sueño prolongado (duración del sueño de 9 o más horas). Se definió un episodio de sueño como un periodo de un mínimo de 5 minutos con un cambio en el eje dorsal-ventral de menos de 5 grados. Las duraciones de todos los episodios de sueño se sumaron para calcular la duración total del sueño.

El trastorno depresivo mayor se diagnosticó clínicamente de acuerdo con los criterios del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, Cuarta Edición (DSM IV). Las asociaciones genéticas se derivaron de 9.240 casos y 9519 participantes de control.

Se diagnosticó enfermedad de Alzheimer basándose en la exploración por el médico o los resultados de la necropsia. Se obtuvieron asociaciones genéticas de un metanálisis de GWAS en participantes de ascendencia europea en el Proyecto Internacional de Genómica de Alzheimer, que incluyó 21.982 casos y 41.944 participantes de control.

Se necesita más investigación sobre factores de riesgo

Los resultados no demostraron relaciones causales entre fenotipos relacionados con el sueño y trastorno depresivo mayor en cualquier dirección. Las relaciones causales entre trastorno depresivo mayor y enfermedad de Alzheimer se encontraron en ambas direcciones, pero ninguna fue estadísticamente significativa.

Un riesgo genéticamente más alto para enfermedad de Alzheimer se asoció con ser una «persona madrugadora», tener menos riesgo de insomnio, tener duración de sueño más corta en la autonotificación y el acelerómetro, tener menos probabilidades de notificar sueño prolongado, tener un horario más temprano de las 5 horas menos activas y tener un número más bajo de episodios de sueño.

Sin embargo, ningún análisis respaldó un efecto causal de fenotipos relacionados con el sueño sobre el riesgo para enfermedad de Alzheimer.

Dado que APOE4 puede influir en los procesos patológicos que contribuyen al riesgo de enfermedad de Alzheimer, los investigadores también realizaron un análisis de sensibilidad que excluyó polimorfismos de un solo nucleótido de APOE.

En este análisis, las asociaciones causales de enfermedad de Alzheimer con la duración del sueño autonotificada y basada en acelerómetro no fueron significativas. Sin embargo, el análisis de sensibilidad respaldó las otras asociaciones causales entre enfermedad de Alzheimer y fenotipos de sueño.

Las asociaciones causales entre trastorno depresivo mayor y enfermedad de Alzheimer observadas en otros estudios pueden haberse debido a factores de confusión, y es posible que los participantes hayan tenido otras características asociadas que les confiriese riesgo para la enfermedad.

Varias fortalezas y falta de detalles

Si bien los investigadores trataron de examinar la dirección de la flecha causal para factores de riesgo, un paso que por lo general no se examina bien en otros estudios, el cuadro sintomático determinó el diagnóstico de enfermedad de Alzheimer. En consecuencia, las personas asintomáticas o muy levemente asintomáticas con lesiones de la enfermedad de Alzheimer en sus cerebros probablemente se incluyeron entre los controles normales.

Debido a una falta evidente de datos de biomarcadores, los pacientes a quienes se les había diagnosticado enfermedad de Alzheimer pueden de hecho haber tenido una forma diferente de demencia. Dada la naturaleza de sus datos, los investigadores pudieron haber hecho poco para compensar estas posibilidades.

En investigaciones posteriores se deberían abordar la cuestión del inicio patológico de la enfermedad y la clasificación incorrecta del diagnóstico tanto en casos como en controles debido a la falta de diagnóstico confirmado mediante biomarcador.

Medscape / Farmanuario.

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