La rutina diaria de verano muchas veces viene de la mano de una
inadecuada higiene bucal. El aumento de las temperaturas y los cambios en los
hábitos de alimentación favorecen la proliferación de bacterias, pudiéndonos
causar algunos contratiempos.
Es sabido que durante el verano consumimos mayor cantidad de
alimentos y bebidas poco propicias para la salud bucal, como bebidas
alcohólicas y azucaradas, helados, dulces y snacks. A su vez, estar de
vacaciones y permanecer menos tiempo en casa, suele incidir negativamente
en el mantenimiento de la higiene bucodental. Todos estos malos hábitos
provocan el incremento de enfermedades e infecciones como caries, gingivitis y
traumatismos, junto con sus consecuencias más comunes como halitosis,
sangrado e hipersensibilidad. Aquí les compartimos algunos consejos y
sugerencias para llevar una buena salud bucal y prevenir problemas habituales
de temporada.
- Asistir a un odontólogo de confianza
Es fundamental no saltearnos los controles semestrales o anuales, según
indique el profesional de confianza. Una buena opción es realizar una visita al
odontólogo antes de salir de vacaciones para chequear esté todo bien y evitar
sorpresas. - Armar un kit de higiene
A donde vayamos es importante tener con nosotros un kit de higiene en el
bolso con algunos elementos trascendentales: cepillo, pasta dental para la
sensibilidad, hilo dental y enjuague bucal. Además, podemos incluir un botiquín
básico con antiinflamatorios, analgésicos, gasas y agua oxigenada. - Cepillar los dientes diariamente
Luego de cada comida o por lo menos tres veces al día, debemos cepillarnos
los dientes y las encías. - Usar cepillos de cerdas blandas o medias
Se deben evitar los cepillos duros ya que estos pueden lesionar las mucosas y
los tejidos blandos como las encías. - Cambiar el cepillo cada tres meses
Se recomienda cambiar el cepillo de dientes cuando comienzan a aparecer los
primeros signos de desgaste o al menos cada tres meses, ya que si está
dañado no puede eliminar la placa bacteriana con la misma eficacia que uno en
buenas condiciones. - Moderar el consumo de bebidas y alimentos azucarados
La mala alimentación bastante típica de verano es uno de los principales
factores que afecta la salud bucal. Debemos evitar ingerir bebidas y alimentos
azucarados en exceso, esto es menos de seis veces diarias. - Permanecer hidratados
Se sugiere el consumo diario de dos litros de agua y la ingesta de frutas
previamente lavadas como la manzana. Consumir las frutas a diente favorece
el barrido mecánico de la placa bacteriana, sobre todo cuando olvidamos tener
a mano un kit de limpieza bucal. - Favorecer el consumo de frutas y verduras
Las características y los componentes de las frutas y las verduras ayudan a
mantener una adecuada salud bucodental. Sus fibras naturales nos obligan a
masticar más, incrementando la producción de saliva que ayuda a eliminar los
ácidos que se producen en la ingesta. - Cuidar la sensibilidad
En caso de sensibilidad dental excesiva frente a alimentos muy fríos, es
recomendable aplicar alguna pasta dental para la sensibilidad de forma local en
la zona afectada, previamente al consumo de estos alimentos. De esta forma,
realizamos un sellado de los túbulos dentinarios evitando filtración y aparición
de dolor. - Concurrir a un odontólogo ante traumatismo o fractura dental
Los traumatismos dentales son muy frecuentes durante estas fechas. Ante un
golpe, fractura dental completa o parcial, es importante mantener la calma y
asistir de emergencia al odontólogo más cercano. Si el diente está fracturado,
mantenerlo en leche sin tocarlo demasiado hasta llegar al consultorio.
En caso de presentarse algún síntoma doloroso o fuera de lo normal consultar
con nuestro odontólogo de confianza que nos indicará de forma personalizada
cómo proceder. Ahora sí, a disfrutar a pleno el verano sin descuidar la salud
bucal.
Por Dra. Victoria Noria