Estar atentos. Atentos a nuestro cuerpo y a sus reacciones. Esa puede ser una de las claves para diagnosticar a tiempo el Parkinson, una enfermedad progresiva del sistema nervioso que afecta el movimiento.
Ese diagnóstico precoz permitirá atender de forma temprana los síntomas y la evolución de la enfermedad que no tiene cura, pero que sí puede tratarse para mejorar la calidad de vida.
En el marco del Día Mundial del Parkinson, repasamos 7 síntomas de la enfermedad, recogidos por Mayo Clinic:
– Temblores. Puede manifestarse como un temblor o una sacudida, por lo general en una extremidad.
– Movimientos lentos. La enfermedad de Parkinson puede retardar los movimientos y dificultarlos. Por ejemplo, puede obligar a dar pasos más cortos o dificultar el levantarse de una silla.
– Rigidez en los músculos. Se puede presentar en cualquier parte del cuerpo, acompañado de dolor y limitación del movimiento.
– Postura y equilibrio alterados. Puede que te encuentres con la espalda encorvada o que tengas la sensación de perder el equilibrio.
– Movimientos automáticos. Actos inconscientes como parpadear, sonreír o balancear los brazos al caminar pueden volverse difíciles de realizar.
– Modificaciones en el habla. Quizás te encuentres hablando en un solo tono, sin poder dar variabilidad de inflexión.
– Cambios en la escritura. Encontrarás que te resulta difícil escribir y que tu letra ya no es la misma de siempre.
FUENTE: MAYO CLINIC