Cada 31 de mayo se conmemora el Día Mundial sin Tabaco, una jornada para reflexionar sobre los peligros de fumar y sus consecuencias para el entorno.
“El tabaco mata cada año a más de 8 millones de personas y destruye nuestro medio ambiente, perjudicando aún más la salud de las personas debido al cultivo, la fabricación, la distribución, el consumo y la eliminación de los productos de tabaco”, dicen desde la Organización Mundial de la Salud.
Por eso, la consigna de este 2022 es “El tabaco, una amenaza para nuestro medio ambiente”.
La campaña tiene por objetivo sensibilizar al gran público sobre el impacto ambiental que tiene el tabaco, desde su cultivo y producción hasta su distribución, sin olvidar los residuos que genera. Así, dicen desde la OMS, se dará a los consumidores de tabaco un motivo más para dejarlo, más allá de los conocidos (sus efectos negativos para la salud humana).
El impacto medioambiental de la producción de tabaco
“Cada año se destruyen unos 3,5 millones de hectáreas de tierras para cultivar tabaco en ellas. Este cultivo favorece la deforestación, especialmente en el mundo en desarrollo. La eliminación de espacios forestales para implantar plantaciones de tabaco deteriora los suelos y merma el rendimiento, esto es, la capacidad de las tierras para sostener el crecimiento de cualquier otro cultivo o planta”, explican desde la OMS.
En ese sentido, además, la industria tabacalera genera emisiones de gases de efecto invernadero que equivalen a 84 millones de toneladas anuales de dióxido de carbono, lo que contribuye al cambio climático.
“Las consecuencias ambientales del consumo de tabaco agregan una presión innecesaria sobre los ya escasos recursos y los frágiles ecosistemas de nuestro planeta. Esto resulta especialmente peligroso para los países en desarrollo, pues en ellos se concentra la mayor parte de la producción tabacalera”, dice el Dr. Ruediger Krech, Director de Promoción de la Salud de la OMS. “Cuando usted se fuma un cigarrillo, está literalmente quemando recursos allí donde ya escasean, quemando recursos de los que depende nuestra propia existencia”, agrega.
Dos claves
1). El tabaco daña el medio ambiente
El cultivo, la fabricación y el consumo de tabaco envenenan el agua, el suelo, las playas y las calles de las ciudades con sustancias químicas, desechos tóxicos, colillas que contienen microplásticos y desechos de los cigarrillos electrónicos.
2). Dejar de consumir tabaco
Cada cigarrillo fumado y cada producto del tabaco consumido desperdician recursos valiosos de los que depende nuestra vida. “Abandone el hábito por tu salud y la de nuestro planeta”, dice la OMS.
Fuente: OMS / Portal Salud