La onicomicosis es la enfermedad más frecuente de las uñas. Es una infección de la unidad ungular causada por dermatofitos, mohos y levaduras, de los cuales los primeros son los agentes causales más frecuentes a nivel mundial.
Sin embargo, la epidemiología puede variar de acuerdo con la ubicación geográfica y el clima.
A continuación, abordamos algunos de los aspectos que propone la Dra. Anellia Kutscher en su artículo para la revista Hola Salud.
No es solo un problema cosmético, muchas veces repercute en la calidad de vida con efectos psicológicos como pérdida de autoestima, dificultades para relacionarse y miedo a contagiar a otras personas, al manipular alimentos o compartir duchas o piscinas. Así mismo, médicamente puede producir dolor, puede empeorar el pie diabético o llevar a deformidad de la lámina ungular e incapacidad para uso de calzado.
Es muy prevalente en la población general con cifras de entre un 3 y 10 %, siendo su diagnóstico a veces difícil ya que los resultados del estudio de su raspado (micológico directo y cultivos) suelen dar negativos aun teniendo la infección.
Opciones de tratamiento
Existen varias modalidades de tratamiento: tópico, oral, químico y mecánico. Su combinación logra aumentar la actividad antifúngica y la liberación del medicamento.
Últimamente, se cuenta con tecnología láser y antifúngicos locales que combinados logran el éxito que usualmente se tenía con el tratamiento sistémico. El desbridamiento, el raspado mecánico del lecho, la abrasión ungular, química o quirúrgica e, incluso, recortar las uñas, son diferentes métodos mecánicos de apoyo.
El objetivo es reducir el grosor de la lámina con el fin de disminuir el dolor y aumentar la penetración de los tratamientos tópicos y sistémicos.
El profesional que trata esta afección suele hacer una estrategia de láser en nano o picosegundos con el apoyo domiciliario de efinaconazol tópico que presenta estudios de gran eficacia versus las lacas preexistentes.
El efinaconazol tópico es el primer azol aprobado por la FDA para uso tópico en onicomicosis. La dosificación es muy sencilla y accesible sin necesidad del desgaste previo; se absorbe y se acumula con el correr de las reaplicaciones.
En el caso de esta terapéutica láser actúa por un fenómeno fotomecánico y fototérmico que requiere un protocolo de seis a ocho sesiones que se realizan mensualmente con apoyo tópico. Así se logra el éxito de los tratamientos tradicionales sin los riesgos y controles que los mismos requieren.
Fuente: Hola Salud
