“Fetus in feto”. Ese el caso que se observó tras una intervención quirúrgica de una niña de un año en China.
Se trata de una anomalía de la que se han documentado cerca de 200 nacimientos en el mundo y que en esta oportunidad fue documentada por un equipo de científicos de la Universidad de Fudan en Shangái, publicada en la revista científica Neurology y recogida por medios como El Mundo.
“El feto o la masa extirpada de la cabeza de la niña, que estaba siendo tratada por los médicos por un perímetro cefálico agrandado, hidrocefalia y retraso motor, logró desarrollar miembros superiores y brotes en forma de dedos al poderse alimentar de la sangre de su hermana gemela”, recoge el sitio, y agrega: “Ambos fetos compartieron la misma placenta pero cada uno estaba en su saco amniótico, cuya membrana rodea y proteje al feto de lesiones durante el embarazo”.
El caso se trató de un «gemelo diagnóstico monocriónico malformado», según la publicación citada. “En la niña que sobrevivió se dio un proceso de desarrollo denominado plegamiento de la placa negral, imprescindible para la formación de la estructura del cerebro y la médula espinal. En la intervención quirúrgica, se pudo observar en el feto del ‘gemelo parásito’ columna vertebral, fémur y tibia además de yemas de dedos en las extremidades superiores. Además, sufría de espalda bífida”, agrega.
Además, los exámenes de ADN confirmaron que se trataba del gemelo de la niña, que había logrado desarrollarse a partir del suministro de sangre que le llegaba a través de su hermana.
Fuente: El Mundo / Portal Salud
