La placenta, el órgano temporal que se forma en el útero durante el embarazo, desempeña un papel vital en el desarrollo del feto al proporcionar nutrientes, oxígeno y eliminar desechos. Sin embargo, una vez que el bebé nace, la placenta también tiene una variedad de usos potenciales, tanto en la medicina moderna como en prácticas culturales y tradicionales.
Uno de los usos más comunes de la placenta después del nacimiento es en la encapsulación placentaria. Este proceso consiste en deshidratar y pulverizar la placenta para luego encapsularla en forma de píldoras que la madre puede consumir. Los defensores de esta práctica creen que puede ayudar a aumentar la energía, mejorar el estado de ánimo, y reducir el riesgo de depresión postparto debido a la supuesta presencia de hormonas beneficiosas y nutrientes en la placenta. Sin embargo, la evidencia científica que respalde estos beneficios es limitada, y los expertos recomiendan precaución.
En algunas culturas, la placenta tiene un significado simbólico y espiritual. Muchas comunidades practican rituales de entierro placentario, donde la placenta se entierra en un lugar especial, a menudo asociado con un árbol o una planta, como un gesto de respeto y gratitud hacia el órgano que nutrió al bebé durante el embarazo. Este ritual se ve como una forma de conectar al recién nacido con la tierra y la naturaleza.
En el ámbito de la investigación médica, la placenta se utiliza en estudios científicos para comprender mejor el embarazo, las enfermedades placentarias y el desarrollo fetal. Las células madre derivadas de la placenta están siendo investigadas por su potencial en terapias regenerativas, ya que tienen la capacidad de diferenciarse en varios tipos de células, lo que las hace útiles en tratamientos para diversas enfermedades.
Además, algunos hospitales y bancos de tejidos ofrecen la posibilidad de donar la placenta para fines médicos. Estas donaciones pueden ser útiles en la elaboración de injertos de piel para pacientes con quemaduras o en cirugías reconstructivas, gracias a las propiedades curativas y regenerativas de las membranas placentarias.