El colecho, la práctica de dormir con el bebé en la misma cama o en un espacio cercano, es una opción elegida por muchas familias para favorecer el apego y la lactancia nocturna. Y es, sin dudas, una realidad cada vez más común y elegida por muchos. Sin embargo, es fundamental tomar medidas de seguridad para reducir riesgos y garantizar un descanso tranquilo para todos.
A continuación, repasamos algunos consejos para que el colecho sea una práctica segura.
1. Usá una superficie firme y segura
El colchón debe ser firme, sin almohadas, peluches ni edredones sueltos que puedan provocar asfixia accidental. Evitá dormir con el bebé en sillones, ya que aumenta el riesgo de atrapamiento.
2. Posición adecuada del bebé
Colocá al bebé boca arriba, nunca boca abajo o de lado. Su cabeza debe quedar libre y descubierta para evitar obstrucciones en la respiración.
3. Espacio exclusivo para el bebé
Si decidís compartir la cama, asegurate de que haya suficiente espacio y que el bebé no pueda quedar atrapado entre el colchón y la pared o caer al suelo. También podés optar por un moisés o cuna de colecho adosada a la cama.
4. No colechar si hay factores de riesgo
El colecho no es recomendable si alguno de los padres fuma, ha consumido alcohol, drogas o medicamentos sedantes. También se debe evitar si el bebé es prematuro o tiene bajo peso al nacer.
5. Controlá la temperatura
Evitá el sobrecalentamiento. Vestí al bebé con ropa ligera y mantené una temperatura ambiente adecuada (entre 20 y 22°C).