Del 5 al 11 de mayo de este año se conmemora la Semana de Concientización sobre la Salud Mental Materna, una instancia que invita a abordar este tema desde diferentes aristas. En esta oportunidad, nos proponemos enfocarnos en una acción que es agente de bienestar de la salud mental en las futuras mamás: el ejercicio.
El ejercicio físico no solo beneficia el cuerpo, sino que también es esencial para la salud mental materna, especialmente durante el embarazo y el posparto.
Numerosos estudios muestran que la actividad física regular ayuda a reducir los niveles de estrés, ansiedad y depresión, promoviendo un bienestar emocional fundamental en esta etapa de grandes cambios físicos y emocionales.
El movimiento estimula la liberación de endorfinas, conocidas como las “hormonas de la felicidad”, que mejoran el estado de ánimo, aumentan la energía y favorecen un mejor descanso.
Además, el ejercicio contribuye a fortalecer la autoestima, permitiendo a las madres sentirse más seguras y conectadas con su cuerpo.
No es necesario realizar rutinas intensas: caminar, practicar Pilates, nadar o realizar ejercicios suaves adaptados a cada etapa son opciones accesibles y efectivas.
Es importante, eso sí, contar con el acompañamiento de un profesional de salud para asegurarse de que la actividad elegida sea segura tanto para la madre como para el bebé.