¡Se vienen las vacaciones de invierno! Y pueden ser todo un desafío. Sobre todo si el objetivo no es que los días de descanso se resuman a dejar a los niños con pantallas al alcance de sus manos. Por eso, les traemos algunas ideas.
Está claro que las vacaciones de invierno son una gran oportunidad para compartir tiempo en familia, pero también pueden convertirse en una maratón de pantallas si no se planifican actividades alternativas. El uso excesivo de dispositivos puede afectar el sueño, la atención y el ánimo de los niños.
Acá van tres ideas simples para desconectarse de las pantallas y conectar en familia.
1. Juegos de mesa y manualidades: los clásicos no fallan. Armar puzzles, jugar a las cartas, al dominó o al bingo son opciones divertidas para todas las edades. También se pueden proponer tardes de arte con papel, cartón, pinturas y cualquier cosa que tengan en casa. La idea es fomentar la creatividad y la cooperación sin necesidad de tecnología.
2. Cocinar juntos: elegir recetas sencillas y seguras para preparar en familia puede ser un plan entretenido y educativo. Galletitas, pizzas caseras o panqueques permiten que los niños participen y aprendan sobre alimentos, medidas y tiempos de cocción. Además, compartir la mesa con algo hecho por ellos refuerza su autoestima.
3. Salidas al aire libre: aunque haga frío, abrigarse bien y salir a caminar, ir a una plaza, andar en bici o buscar hojas de colores puede ser divertido. El contacto con la naturaleza mejora el estado de ánimo, estimula el movimiento y ofrece un descanso visual muy necesario.
