Hoy vamos a poner bajo la lupa al agua oxigenada. También conocida como peróxido de hidrógeno (H₂O₂), es un compuesto químico utilizado ampliamente en el campo de la medicina por sus propiedades antisépticas.
Se trata de un líquido incoloro que se disuelve fácilmente en agua y, al entrar en contacto con ciertas sustancias, libera oxígeno. Esta característica le otorga su capacidad para desinfectar heridas y matar bacterias.
Uno de sus usos médicos más comunes es la limpieza de heridas superficiales. Al aplicarse sobre cortes o raspones, el agua oxigenada elimina bacterias, hongos y otros microorganismos que podrían causar infecciones.
Además, ayuda a remover tejidos muertos y a detener el sangrado en heridas leves. Su efervescencia característica (esas burbujas que se forman al contacto con la piel) es un signo de que está funcionando, ya que está liberando oxígeno y descomponiendo los microorganismos.
Otra aplicación médica del peróxido de hidrógeno es en el tratamiento de infecciones leves en la piel o en áreas mucosas, como el enjuague bucal para desinfectar heridas en la boca o para tratar gingivitis y aftas. Sin embargo, siempre se recomienda su uso diluido para evitar irritaciones en las membranas mucosas.
Es importante usarla con precaución, ya que una concentración elevada puede dañar los tejidos sanos.