Las quinolonas son un grupo de antibióticos sintéticos de amplio espectro, conformado por múltiples antimicrobianos de estructura y propiedades farmacológicas diversas, que se integran en cuatro generaciones.
Recientemente el Comité para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia (PRAC) europeo ha evaluado la seguridad de las quinolonas y ha concluido que el impacto de las reacciones adversas musculoesqueléticas y del sistema nervioso que generan, pueden llegar a ser incapacitantes, prolongadas y potencialmente irreversibles, por lo que es necesario practicar un uso racional de las mismas.
Entre ellas se encuentran tendinitis, rotura tendinosa, mialgias y debilidad muscular, artralgias y edema articular. En cuanto al sistema nervioso pueden producir neuropatía periférica, psicosis, ansiedad, insomnio, depresión, alucinaciones, ideación suicida, confusión y alteraciones sensoriales.
Se recomienda no utilizar las quinolonas en infecciones leves o autolimitadas, excepto cuando no se disponga de otro antibiótico para las mismas; interrumpir el tratamiento en caso de aparición de síntomas que evoquen dichas reacciones adversas y considerar a los adultos mayores, trasplantados o corticoterapia como poblaciones de riesgo para sufrir lesiones musculoesqueléticas.
Debido a la gravedad de dichas reacciones y teniendo en cuenta que pueden producirse en personas previamente sanas, deberá valorarse la relación riesgo-beneficio previa a su indicación.
AEMPS /Farmanuario.
