En las últimas dos décadas se ha asistido a cambios fundamentales en el manejo de la artritis reumatoidea (AR) tales como la reducción del daño articular y la mejoría de la función física, que son consecuencia del diagnóstico e inicio precoz del tratamiento con fármacos modificadores de la enfermedad (FAME).
En opinión de los Dres. Albanese, Chijani y otros distinguidos colegas de la Liga Panamericana de Asociaciones de Reumatología (PANLAR), existe una ventana de oportunidad terapéutica al inicio de la enfermedad, lo cual conduciría, incluso en algunos casos, a la remisión completa.
Las investigaciones sobre los mecanismos patogénicos y el desarrollo de nuevos fármacos dirigidos a diferentes dianas terapéuticas han cambiado diametralmente los resultados y el pronóstico de esta entidad.
El uso de estos fármacos requiere una valoración objetiva y estricta de su eficacia para lo cual se han desarrollado índices compuestos, validados para la práctica clínica y para la investigación: el DAS28, el SDAI y el CDAI.
El DAS28 (Disease Activity Score 28) incluye el número de articulaciones tumefactas y número de articulaciones dolorosas sobre un total de 28 (hombros, codos, puños, MCF, interfalángicas proximales y rodillas), la evaluación global de la enfermedad por el paciente (EVAp) y la VES como parámetro bioquímico. La fórmula de cálculo es bastante compleja por lo que se usa una aplicación que se descarga de internet.
El SDAI (Simplified Disease Activity Index) no requiere del uso de una herramienta adicional (calculadora o computadora), y se calcula mediante la suma algebraica de las siguientes medidas:
- número de articulaciones dolorosas (0-28),
- número de articulaciones tumefactas (0-28),
- EVAp (0-10 cm),
- EVA global de la enfermedad por el médico (0-10 cm) y PCR en mg/dl.
El CDAI (Clinical Disease Activity Index) se calcula también sumando los mismos componentes que el SDAI, pero se excluye el parámetro de laboratorio.
La elección del índice a utilizar depende de la preferencia del médico tratante pero debe realizarse siempre el mismo para poder comparar.
La aplicación de estos índices es sencilla, solo requiere de 3 o 4 minutos para el médico entrenado y debe ser realizada en cada consulta. El objetivo es conocer la actividad de la enfermedad en ese momento y apoyar la toma de decisiones de tratamiento.
La evaluación de la diferencia entre el DAS 28, SDAI o CDAI basal y el de los siguientes controles permite saber si el tratamiento indicado, es eficaz o no.
Si el DAS 28 se reduce 1,2 puntos o más, luego de un tratamiento, se considera una buena respuesta, entre 0,6 y <1,2 respuesta moderada y menos de 0,6 se considera falta de respuesta.
A su vez, como resultado a un tratamiento con FAME biológicos o no biológicos, independientemente del grado de respuesta obtenida (buena, moderada o nula), el tratamiento puede ser satisfactorio o no teniendo en cuenta el nivel de actividad obtenida luego de la terapia.
Si el nivel de respuesta fue mayor a 1,2, pero el paciente se mantiene con actividad moderada o severa, la respuesta es insatisfactoria.
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