Es común escuchar la teoría de que los perros se bañan una vez al mes, ¿pero esto es así?
La piel y el pelo de los perros posee unas glándulas sebáceas que permiten una protección de la piel y una adecuada condición del pelo del animal. Esa secreción grasa forma una película protectora que es fundamental para un buen estado de la capa externa del animal. El baño demasiado frecuente puede alterar el equilibrio de esa cubierta: con el baño retiramos la capa grasa.
El cepillado del pelo y la piel del animal provocan una serie de beneficios importantes tanto a nivel higiénico, como a nivel sanitario:
- Retirada de parásitos externos.
- Masaje de la piel que provoca una mejor circulación y perfusión sanguínea de la zona (mejor calidad del pelo)
- Retirada del pelo muerto: el cepillado ha de realizarse en ambas direcciones: en dirección al pelo y a “contrapelo”
- Momento de contacto positivo entre humano y animal: si acostumbramos a nuestro buen amigo al cepillado desde su más tierna edad, conseguiremos que no lo vea como un suplicio y sí como algo deseable, como una forma más de intercambio de afecto entre las dos especies.
El uso de jabones y lociones debe ser luego de una consulta con el veterinario. Un perro, puede tener una excelente higiene con cepillados diarios, y solo siendo bañado cuando alguna circunstancia de suciedad específica provoque el uso de jabones adecuados y agua.