¡Empieza a decir adiós el invierno! Y eso, para muchos, es una muy buena noticia. Sin embargo, el cambio de estación siempre trae aparejados desafíos para el organismo, por lo que es buena cosa repasar algunas acciones sencillas que pueden ayudarnos mejor a adaptarnos a las nuevas temperaturas y condiciones climáticas.
Con la llegada de la primavera, el cuerpo atraviesa una transición y es común sentir algo de cansancio o experimentar alergias y alteraciones en el ánimo. Preparar el organismo para este cambio de estación implica adoptar hábitos que fortalezcan el sistema inmune y promuevan el equilibrio.
Una de las claves es ajustar la alimentación: aumentar el consumo de frutas y verduras de temporada, ricas en vitaminas, antioxidantes y fibra, ayuda a depurar el organismo y a mejorar la energía.
También es recomendable reducir azúcares refinados y alimentos ultraprocesados, que pueden generar inflamación.
Como en cualquier época del año, mantener una buena hidratación favorece la eliminación de toxinas y contribuye a una piel más sana. Asimismo, la actividad física regular, preferentemente al aire libre, no solo activa la circulación y oxigenación, sino que también ayuda a regular el ánimo.
Otro aspecto importante es el descanso: dormir bien permite que el cuerpo se adapte mejor a los cambios de luz y temperatura. Además, si se es propenso a alergias, anticiparse con controles médicos o medidas preventivas resulta clave.
¡Bienvenido el cambio de estación!