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Cáncer de cuerdas vocales: cirugía vs. Radioterapia

La laringe se es un órgano cartilaginoso y contiene las cuerdas vocales que vibran para producir los sonidos del habla. El cáncer que empieza en las cuerdas vocales es un tipo de cáncer de garganta conocido como cáncer de la glotis.

El término carcinoma in situ sirve para describir al cáncer que se encuentra en la etapa más temprana, la etapa 0, que no se disemina más allá del órgano.

El mejor método para el carcinoma de cuerdas vocales in situ es extirpar el tejido afectado. La radioterapia no es el tratamiento para el carcinoma in situ, porque los efectos secundarios que conlleva son más duraderos que la cirugía en una zona tan sensible como esa.

La radioterapia es de elección para un cáncer más invasivo en la laringe que puede evitar la laringectomía y pérdida de la voz.

El carcinoma in situ de las cuerdas vocales suele tratarse quirúrgicamente con una endoscopia, procedimiento que implica la introducción de un endoscopio hueco por la boca para, a través de él, pasar instrumentos quirúrgicos o rayo láser. Con los instrumentos, el cirujano puede raspar o cortar las células afectadas y, en caso de usarse el rayo láser, vaporizarlas.

En una situación en la que hay recurrencia del carcinoma in situ, el procedimiento endoscópico puede repetirse tantas veces como sea necesario, siempre y cuando el cáncer continúe limitado a una zona pequeña. Si el cáncer se disemina, entonces, lo adecuado es la radioterapia.

En comparación con la radioterapia, la endoscopia es el tratamiento preferido para el carcinoma in situ de las cuerdas vocales porque la cirugía conlleva menos riesgos. 

No se recomienda quimioterapia para el carcinoma in situ porque, casi en la mayoría de los casos, los efectos secundarios superan a cualquier beneficio que el paciente podría obtener con ese tipo de tratamiento. 

Además de la endoscopia, el tratamiento del carcinoma in situ también incluye evitar todo lo que irrite las cuerdas vocales y pueda contribuir a la aparición del carcinoma. Por ejemplo, muchos cánceres de la garganta, incluido el cáncer de la glotis, están estrechamente vinculados con el hábito de fumar. Aunque no todas las personas que presentan este tipo de cáncer son fumadoras, es indispensable que quienes fuman dejen de hacerlo. Fumar no solamente aumenta el riesgo de reaparición del cáncer, sino que también vuelve menos eficaz al tratamiento y hace más difícil la recuperación después del tratamiento.

El consumo excesivo de alcohol igualmente contribuye a la presencia de cáncer en la garganta, sobre todo cuando se combina con cigarrillos o tabaco masticable. A las personas diagnosticadas con cáncer de la garganta se les recomienda encarecidamente evitar todo tipo de alcohol. 

Es importante que quienes tienen un diagnóstico de carcinoma in situ de una cuerda vocal colaboren estrechamente con el equipo médico para elaborar un plan de tratamiento y fijar el calendario de controles regulares, porque eso permite tratar el cáncer oportunamente, en caso de que reaparezca o se disemine. 

Mayo Clinic / Tendencias en Medicina.

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