InicioSalud para todosCinco cosas que debes saber sobre la artritis psoriásica

Cinco cosas que debes saber sobre la artritis psoriásica

 

La artritis psoriásica es una enfermedad inflamatoria que afecta a las articulaciones, además de otras estructuras del sistema musculoesquelético (columna vertebral, tendones…), que provoca dolor, hinchazón y dificultad del movimiento. Estas son sus características más destacadas:

1- Es una enfermedad dentro de otra

La psoriasis, una enfermedad de la piel y la artritis, una enfermedad de las articulaciones suelen surgir por separado. Lo más frecuente es que la enfermedad de la piel aparezca antes que los síntomas articulares. Por lo tanto, en la mayoría de los casos la artritis puede considerarse como una evolución o progresión de la enfermedad de la piel, pero hay que tener presente que solo la desarrollan alrededor de un 20-30% de los afectados por psoriasis.

La artritis psoriásica, que se clasifica en el grupo de patologías reumáticas denominadas espondiloartritis, evoluciona de manera irregular a lo largo de la vida, alternando épocas de inactividad y otras de inflamación y dolor. Afecta por igual a hombres y mujeres y suele ocurrir entre los 30 y los 50 años, aunque puede presentarse en personas de cualquier edad.

2- Tiene un componente genético muy importante

Se desconoce su causa, pero se cree que es la consecuencia de una suma de factores genéticos, inmunológicos y ambientales. Se han descubierto diversos genes relacionados con ella y se sabe que los hijos de hombres afectados tienen muchas más probabilidades de desarrollarla que los descendientes de mujeres que la padecen.

Aún no se sabe a ciencia cierta cuáles son los componentes genéticos determinantes, pero parecen jugar un papel muy relevante los genes ligados a lo que se conoce como sistema HLA, que ayuda al sistema inmune a distinguir las proteínas propias del organismo de las extrañas.

3- El factor emocional influye en su aparición

Entre los factores ambientales asociados con la artritis psoriásica se encuentran la obesidad, el tabaquismo, ciertas infecciones, los traumatismos. Además, se ha comprobado que el estrés psicológico se asocia con el desarrollo de artritis psoriásica. Las alteraciones del estado de ánimo también precipitan la aparición de brotes de la enfermedad.

4- Algunas señales de alarma ayudan al diagnóstico precoz

Cuanto menos tiempo transcurra desde que aparece la patología hasta el momento del diagnóstico, mayores serán las probabilidades de éxito terapéutico. Lo ideal sería disponer de marcadores -por ejemplo, detectables mediante un simple análisis de sangre- que permitan conocer con antelación qué personas con psoriasis desarrollarán con el tiempo artritis psoriásica. Mientras se desarrollan esas herramientas más precisas, hay acciones que facilitan el diagnóstico precoz.

Mucha gente con psoriasis leve se cree a salvo de esta patología, pero tendrían que conocer que el riesgo de artritis psoriásica no solo está ligado a las formas moderadas y graves, sino también a otras aparentemente más leves que pueden pasar inadvertidas, como la psoriasis del cuero cabelludo, del ombligo o del surco interglúteo. El riesgo es mayor si también tienen, por ejemplo, dolores articulares sin haber sufrido un traumatismo.

5- Existen tratamientos muy eficaces

Afortunadamente, gracias a los tratamientos disponibles, la mayoría de los pacientes pueden llevar una vida normal y buena parte de ellos se encuentran en remisión, lo que significa que no muestran síntomas.

Además de los antiinflamatorios y corticoides (en pequeñas dosis por vía oral o bien en forma de infiltraciones intraarticulares), se dispone de los denominados modificadores de la enfermedad que, por mecanismos diferentes a los antiinflamatorios, interfieren en los procesos relacionados con la inflamación, logrando en un porcentaje significativo de pacientes una importante mejoría. Asimismo, en determinados pacientes se pueden usar agentes biológicos, que son proteínas específicamente diseñadas para unirse a otras implicadas en el desarrollo de la enfermedad e inhibir su actividad.

Pero el tratamiento no debe ser exclusivamente farmacológico. Existen programas de rehabilitación que mejoran la calidad de vida de los pacientes y medidas para aliviar la inflamación de las articulaciones.

 

CuidatePlus / Farmanuario.

ARTICULOS RELACIONADOS

Más leidas